jueves, 8 de marzo de 2012

El sector privado maquila electricidad

Falta de reformas obstaculiza un mayor ingreso de firmas particulares

Derivado de los cambios legales que se dieron en México en el sexenio de Ernesto Zedillo, como consecuencia de la crisis económica y financiera derivada del “error de diciembre” en 1994, las empresas internacionales se dieron a la tarea de convertirse en maquiladores de energía para la Comisión Federal de Electricidad.

Así, los primeros proyectos de electricidad privada para la CFE fueron bajo el esquema de Construir-Arrendar-Transferir (CAT) que evolucionaron a un esquema de Productos Externos de Energía (PEE), que son productores independientes acotados a la demanda del mercado.

Si bien en 1997 hubo un intento por sacar adelante una reforma legal que permitiera la competencia privada y abriera el mercado fue el Congreso de la Unión quien lo impidió. Lo mismo se intentó después, en la administración de Vicente Fox, cuando el propio Felipe Calderón fue secretario de Energía y simplemente no pudo llevarla a cabo por la oposición de dos figuras del Senado: Manuel Bartlett y Oscar Cantón Zetina.

Hoy en día, sin mayor cambio que en las leyes secundarias, las empresas privadas se convirtieron en un proveedor más, uno sui generis porque ellos tienen un contrato con CFE a 25 años.

Entre las ventajas que se tienen es que al fomentarse este tipo de esquemas los particulares son los “socios productores” de la CFE. Ellos instalan las plantas de generación, fortalecen la capacidad de CFE para el servicio público, invierten en la construcción y la opera para uso exclusivo de la CFE mediante un contrato a 25 años en el que se establece el precio de venta, o “Precio Unitario Nivelado de Generación” (PUNG) en condiciones mutuamente benéficas.

Dicho productor no tiene nada de independiente porque depende de CFE, su único comprador, y a largo plazo. Así, sin tanto ruido de por medio, ellos tienen el 30% del proceso de generación, y supuestamente, con los precios más bajos, sin embargo, pese a esta competitividad los precios al consumidor no han bajado, no se reflejan en las tarifas eléctricas.

Hoy se manejan por medio de una canasta de precios que debería de combinar el precio del gas natural, que está en niveles históricamente bajos por el descubrimiento del shale gas, más una alta tecnología de generación y una alta tasa de despacho.

El modelo de negocios de la CFE con los privados es equivalente a pagar solo la energía consumida, excepto en los CAT, donde hay una renta que se paga mensualmente con opción de compra y, después de agotado el arrendamiento, el inversionista privado transfiere la propiedad a la CFE. En el caso del PEE lo que se hace es una licitación pública internacional donde gana la mejor oferta en la tarifa ofrecida, asegurando a CFE los menores costos de generación.

La CFE usa a los PEE porque se otorgan mediante un proceso de licitación pública internacional y fueron los primeros procesos en usar un testigo social así como un notario público; las licitaciones tienen aval de la Comisión Federal de Competencia.

Al ganar el contrato a un precio bajo le permite a la CFE garantizar el suministro y los Productores Independientes de Energía son una garantía contractual de suministro de electricidad a 25 años, se comprometen a estar disponibles y ser eficientes. Todo con penalizaciones.

Además, hay razones fundamentales para que la expansión de la capacidad de generación se apoye en el sector privado. Una de profunda relevancia es el Costo de Oportunidad de recursos comprometidos por el sector privado que permite al Estado disponer más recursos para invertir en actividades exclusivas del sector público, como transmisión o distribución de electricidad, entre otros.

Cabe hacer un paréntesis para decir que de las partidas del Presupuesto de Egresos de la Federación para pagar a Productores Independientes de Energía, aproximadamente el 60% es el costo del gas natural que se utiliza como combustible.

Hay que mencionar que en ocasiones, el peso del costo combustible sobre las tarifas eléctricas —2008, por ejemplo— ha llegado a ser casi el 80% del precio final. Éste es pagado a Pemex y cobrado a CFE sin que los PIE obtengan utilidad por él.

Además, la cantidad de gas natural por Kw-h generado que CFE paga a los PIE es la que se acordó contractualmente durante la licitación e intervino en la evaluación de ofertas. Esto queda avalado y puede inferirse del análisis de la cuenta pública reportada por la Auditoría Superior de la Federación que indica que esta cantidad no es mayor a la que CFE usaría en plantas similares.

Otro factor que es evaluado durante el proceso licitatorio es el costo de inversión de la planta usada para quemar el combustible. Referentes internacionales indican que los precios de las mismas son competitivos.




Fuente: El Universal