miércoles, 28 de marzo de 2012

Marchan trabajadores de la industria nuclear; rechazan oferta salarial de 3.5%

Alza inferior a la ofrecida a instituciones del ramo; siguen negociaciones
Integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN) marcharon ayer por la tarde a la Secretaría de Energía en protesta porque las autoridades del organismo les ofrecen en su revisión salarial de este año un incremento por debajo del que dieron a otras instituciones del mismo ramo, e incluso les condicionan que no habría ningún ajuste adicional a sus prestaciones.

En compañía de integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas y de otros gremios, los integrantes del SUTIN marcharon por los tres carriles de avenida Insurgentes, a la altura de esta dependencia, en la que realizaron un mitin y denunciaron que únicamente les están ofreciendo 3.5 por ciento de incrmento a sus salarios.

El secretario general del gremio, Manuel García Barajas, planteó a las afueras de la Secretaría de Energía (Sener) que las autoridades del instituto establecieron que si aceptan este porcentaje tendrían que firmar el acuerdo este miércoles antes de las 12 horas, lo que significa- ría aceptar un ajuste por debajo de los otorgados a los demás sindicatos del sector educativo universitario.

Apuntó el dirigente que en la mesa de revisión el SUTIN ha propuesto modificaciones de cláusulas para apoyar proyectos de investigación científica y de servicios para mejorar la productividad, pero la administración se niega a un acuerdo en este sentido, que es el eje central de la revisión.

Para hoy se espera que continúen las negociaciones, sin embargo, los trabajadores advirtieron que de ninguna forma estarían conformes con que se les dé un trato distinto al de otras instituciones del ramo, y señalaron que una huelga sería científicamente muy costosa para este organismo y para el país.

Señalaron que están en juego proyectos de investigación y servicios que presta el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares a los sectores público y privado de la salud.




Fuente: La Jornada