lunes, 19 de marzo de 2012

Ordenaron SRE y STPS a consulado en Canadá hacer una campaña antisindical

Personal de la oficina en Vancouver debía informar sobre mexicanos afiliados al UFCW

Tres ex empleados del consulado de México en Vancouver revelaron ante las autoridades laborales de Columbia Británica, en Canadá, que recibieron órdenes expresas de funcionarios mexicanos de las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y del Trabajo y Previsión Social (STPS) para efectuar una campaña antisindical, de despido y exclusión de connacionales adscritos al Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT), quienes durante en su estadía en aquel país se afiliaron al Sindicato de Trabajadores de Alimentos y Comercio (UFCW, por sus siglas en inglés) en demanda de respeto a sus derechos laborales.

Ante el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) de Columbia Británica, donde se ventilan sendos juicios contra el gobierno mexicano, los ex trabajadores Diego Prieto, Javier Valdez y Félix Martínez presentaron testimonios respecto a que Ángel Villalobos, embajador en Canadá; la vicecónsul y representante de la STPS Estela García León, y Guadalupe Palacios, de Protección y Trabajadores Agrícolas, les pedían hacer una lista de las granjas donde se sospechaba que había trabajadores en contacto con la UFCW para incluirlos en una bitácora que se enviaba a la STPS, a fin de que no volvieran a ser integrados en el PTAT o para enviarlos a granjas donde no había sindicato.

Además, advertían a los trabajadores mexicanos que no contactaran a nadie de la UFCW, sino exclusivamente al personal del consulado, según testimonios que en febrero pasado rindieron los ex empleados del consulado ante el CRL, cuya copia posee La Jornada.

La UFCW puso una queja contra el gobierno mexicano y los empleadores de diversas granjas de Canadá (a donde cada año laboran los connacionales del PTAT), por su alianza para impedir que los campesinos defiendan sus derechos laborales, y por llevar a cabo acciones como despido injustificado y la exclusión del PTAT.

La Unión alega que México interfiere en forma incorrecta, al negarse a permitir que los trabajadores mexicanos que apoyan a la Unión puedan volver a Canadá o, en otros casos, al negarse a enviar de vuelta al trabajador al empleo donde está sindicalizado.

Daño irreparable

El gobierno mexicano ya demandó ante el CRL de Columbia Británica una suspensión provisional de las audiencias sobre el caso 61973/, abierto luego de que diversos empleados de las granjas Sidhu se quejaron.

México sufrirá un daño irreparable si las audiencias Sidhu continúan en la manera actual, alegó el gobierno mexicano, después de que el 28 de febrero solicitó ante la Corte Suprema de Columbia Británica que obligue al CRL a no escuchar ninguna prueba de lo que hizo México y a suspender las audiencias. En sus alegatos, México acusó a la UFCW de pretender violar su inmunidad y de orillar a la CRL a involucrarse en acciones soberanas de un Estado extranjero con respecto a sus propios ciudadanos.

Enseguida se reproducen algunos fragmentos de los largos testimonios ante las autoridades laborales de Canadá, en audiencias de febrero pasado.

–Disculpe señor Valdez, nos decía sobre las órdenes que recibió de la señoras García, Palacios y del señor Villalobos.

–Todos me advirtieron que debía ser muy cauteloso; que no debía hablar a nadie que se me acercara en nombre del sindicato; bromeando, Villalobos me advertía que les dijera a los trabajadores que no contactaran a los centros de apoyo porque podían dejar de venir al programa, y que cualquier cosa la debían contactar con el consulado. También me decían que si los empleadores se enojaban porque los trabajadores se acercaban al sindicato, iban a dejar de pedirlos, y tanto los cónsules como yo íbamos a perder nuestros trabajos. Esas advertencias eran constantes, especialmente de Guadalupe Palacios.

En otra audiencia, Prieto reveló: “Cada vez que un trabajador se ponía en contacto con el sindicato se enviaba un reporte a la Secretaría del Trabajo (...) No hacía nada sin hacérselo saber a Estela (García), a quien pedía instrucciones, y ella contestaba: ‘bueno, tenemos que escribir un comentario en la bitácora’”, con la cual se daba seguimiento a los casos.




Fuente: La Jornada