jueves, 8 de marzo de 2012

Trabajan mujeres más por menos

Por cada hora de trabajo remunerado, las mujeres reciben en promedio un salario de 19.40 pesos, un peso menos que los hombres, señala Inegi

Las mujeres mexicanas trabajan más que los hombres y en condiciones más precarias.

En el sector remunerado son todavía minoría, laboran más horas, perciben menos salario, ocupan con mayor frecuencia puestos subordinados y tienen menos prestaciones.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que las mujeres representan el 53.5 por ciento de las casi 80 millones de personas que trabajan en el País, pero en la mayor parte de los casos lo hacen en actividades por las que no reciben remuneración.

Casi dos de cada tres mujeres, 62 por ciento, realiza trabajo no remunerado, mientras que en el caso de los hombres la proporción es de 26 por ciento.

En contraparte, 68 por ciento de los hombres tiene un trabajo remunerado, contra 36 por ciento de las mujeres.

Las mujeres trabajan un promedio de 46.7 horas a la semana y los hombres 41.8 horas, lo que da una diferencia de casi cinco
horas semanales.

"Esta medida de la carga global está influenciada por múltiples aspectos, donde la división sexual del trabajo, la organización doméstica y las condiciones económicas y sociales presentes marcan las pautas de participación y de intensidad del trabajo de hombres y mujeres", señala el reporte Mujeres y Hombres en México 2011.

"Los adultos mayores y los jóvenes reportan las menores cargas de trabajo total y los adultos en edad productiva, las más altas; no obstante, en todos los casos las horas que las mujeres destinan al trabajo es superior a la de los hombres, registrándose la brecha más amplia entre la población de 30 a 59 años, sin duda por el hecho de que la inserción de las mujeres en el mercado laboral no se ha reflejado en una menor carga de trabajo familiar, cumpliendo así con una doble jornada de trabajo", agrega.

El documento detalla que las mujeres de entre 30 y 59 años trabajan 5.5 horas más que sus pares varones, mientras que las casadas o unidas lo hacen 5.6 horas semanales más.

La diferencia más pequeña se presenta entre las mujeres mayores de 60 años y aun ellas trabajan 2.3 horas más, y entre la solteras, con 3.8 horas más de trabajo semanal.

Cuando se mide el diferencial únicamente en el trabajo no remunerado, se observa que mientras que las mujeres trabajan en tareas no pagadas 37.5 horas a la semana, en el caso de los hombres la cifra es de 17.7 horas, es decir, casi 20 horas semanales menos.

La mayor carga para las mujeres recae en los quehaceres domésticos y el cuidado de niños, enfermos y ancianos.

Las diferencias persisten también en el ingreso.

Según el Inegi, en promedio, las mujeres reciben un salario de 19.40 pesos por hora de trabajo remunerado, un peso menos que los hombres.

"Los datos estimados para el segundo trimestre de 2010 muestran que la mayor discriminación salarial se localiza en las ocupaciones relacionadas con el comercio, donde para alcanzar la equidad salarial entre uno y otro sexo se requiere aumentar el salario que perciben las mujeres en un 52.2 por ciento", detalla el reporte.

La actividad a la que una persona se dedica también está influenciada por el género, pues hay ocupaciones dominadas por hombres, mientras que en otras hay una clara presencia femenina.

El Inegi señala que la proporción de mujeres por cada 100 hombres entre los operadores de transporte es de 1, entre los trabajadores agropecuarios, de 7, y entre los vigilantes, de 8.

Por cada 100 trabajadores industriales hombres hay 30 mujeres, mientras que en el caso de directivos y funcionarios hay 46 y entre profesionales y técnicos, 67.

Las mujeres son la mayor parte de los trabajadores de servicios personales, con 181 por cada 100 hombres; en la educación, con 166; como oficinistas, con 119, y entre los comerciantes, con 109, lo que el organismo atribuye a que son ocupaciones con mayor flexibilidad para combinar el trabajo remunerado con las actividades domésticas.

Limitan incapacidad a embarazadas

Casi la mitad de las mujeres trabajadoras que faltan a sus labores por un parto no acceden a una incapacidad o licencia médica para que sus patrones o una institución de seguridad social les paguen su sueldo mientras dura su ausencia.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en los casos de complicaciones de un embarazo o aborto, 67 por ciento de las mujeres afectadas tampoco cuentan con una incapacidad.

Cuando sí reciben apoyo, el salario durante la incapacidad es de apenas 60 por ciento del monto regular.

Para el Inegi, esa práctica "puede interpretarse como una penalización a las contingencias por maternidad".

"El número de días de cuidado y descanso necesarios, anteriores y posteriores al parto, para que todas las mujeres puedan preservar su salud y la de sus hijos, son diferentes según las posibilidades de acceder o no a una incapacidad o licencia médica", señala el reporte Mujeres y Hombres en México 2011.

"El promedio de días de descanso en las mujeres sin acceso a estos certificados es de 53.3 días y entre las que sí acceden a estas prestaciones es de 69.3 días. Mientras que 62.5 por ciento de las mujeres protegidas pueden disfrutar de entre 46 y 90 días para su cuidado y recuperación, sólo 25 por ciento de las no protegidas pueden aproximarse a este periodo", detalla.

El organismo advierte que miles de mujeres siguen sufriendo discriminación y obstáculos laborales cuando deciden ser madres.

Señala que incluso las propias leyes pueden desalentar la contratación de mujeres embarazadas, pues de no cumplirse con un mínimo de semanas cotizadas en el IMSS o el ISSSTE son los propios patrones los que deben pagar el tiempo que dure su incapacidad por maternidad.

Muestra de dicha discriminación es que 45 por ciento de las mujeres consultadas en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares de 2006 indicó que se le pidió una prueba de embarazo para poder entrar a trabajar.

En tanto, en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 85 mil mujeres desocupadas dijeron no estar buscando trabajo por su embarazo, a pesar de que 82 por ciento necesitaba el salario.




Fuente: Reforma