domingo, 1 de abril de 2012

Hay riesgo de nuevas leyes para desarticular el Estado laico

Moreno Uriegas lamenta que el PRI avalara reformas al artículo 24

El cambio dará más privilegios al clero católico, advierte la senadora

La senadora del PRI María de los Ángeles Moreno advierte que el peligro, luego de la reciente reforma al artículo 24 constitucional, es la creación de leyes reglamentarias encaminadas a la desarticulación del Estado laico, principio que ha sido el pilar de la democracia y la paz social en México.

En entrevista con La Jornada, lamenta que su grupo parlamentario haya avalado junto con el PAN las modificaciones a un artículo clave de la Carta Magna y que se haya dejado pasar la intención evidente de partir de ese cambio para dar mayores privilegios y fueros al clero católico, entre ellos, la posibilidad de impartir educación religiosa en escuelas públicas.

Cuestionada en torno a la versión de que el candidato presidencial de su partido, Enrique Peña Nieto, pactó esa reforma con la alta jerarquía católica –el perredista Pablo Gómez lo denunció en tribuna el miércoles pasado, cuando aprobó la nueva redacción del artículo 24– respondió que ello no le consta y no cree además que haya sido así.

Lo que sí me consta es que el presidente Felipe Calderón fue al Vaticano para invitar al papa Benedicto XVI a México, lo acompañó durante los tres días de la visita, trató con él el tema de la modificación a la Carta Magna, participó en la misa y tuvo el honor muy discutible de ser el primer jefe del Estado mexicano que toma la comunión ante el jefe de la Iglesia católica y los medios de comunicación.

Moreno Uriegas, quien junto con Heladio Ramírez fueron los únicos senadores priístas que votaron en contra, recalcó que Calderón violó con ello la Constitución y la Ley de Asociaciones Religiosas.

A Calderón, agrega, lo movieron a actuar de esa manera sus creencias pero también su interés de apoyar a su partido, bajo la premisa de que si la Iglesia católica es la mayoritaria, hay que tener contentos a los católicos, para que voten por el PAN.

¿Cuál es la responsabilidad del PRI, toda vez que sin sus votos no se hubiera aprobado la reforma?

–Es igual a la de los otros grupos parlamentarios y en general de todos los que votaron en favor, –respondió. Recordó que hubo dudas en la bancada del PRD, donde en principio algunos estaban por avalar la minuta y que un senador del PT salió del pleno antes de la votación, el pasado miércoles 28.

Cuestionada sobre la disciplina que imperó ese día en su grupo parlamentario, donde la mayoría de los priístas votó en favor, a pesar de que muchos coincidían en que dicho cambio vulnera la laicidad del Estado, Moreno Uriegas comentó que los militantes tienen el compromiso de acatar el programa y los principios partidistas.

Los documentos básicos de mi partido establecen que somos un partido laico, hemos propiciado y defendido sistemáticamente ese principio y yo simplemente digo: son los principios que comparto. Si alguna vez mi partido los cambia, yo diría que a lo mejor cambio de formación. Yo no estaría de acuerdo con un partido católico o un partido que se disfraza de lo que no es.

Reveló que la bancada de su partido trató de convencerla de que avalara la controvertida minuta proveniente de la Cámara de Diputados, ya que le había eliminado de la exposición de motivos el párrafo que señalaba claramente que se debían modificar después los artículos 3, 5, 27 y 130 constitucionales.

La exposición de motivos quedó muy bien, pero no la redacción del artículo 24, que incluye remembranzas del intento inicial de la Cámara de Diputados de abrir directamente la puerta a la educación pública confesional, permitir que la Iglesia tenga sus medios de comunicación, propiedades y derechos políticos plenos a curas y ministros de culto, recalcó.

Reconoció que en la misma Cámara de Diputados, en la votación ante el pleno, el 15 de diciembre pasado, se eliminaron esas barbaridades, pero se mantuvieron junto a la libertad de religión las de convicciones éticas y de conciencia, a partir de las cuales se puede introducir en la ley reglamentaria lo que realmente quiere la alta jerarquía religiosa.

Sobre la posibilidad de que la minuta se frene en los congresos de los estados, esperanza última de las organizaciones contrarias a esa reforma, comentó que lo ve complicado, aunque en el Senado estuvimos a un voto de ganarles.

No la mencionó por su nombre, pero se refirió al voto de su compañera Margarita Villaescusa, con el que se completó la mayoría calificada requerida y que –tampoco lo dijo– fue logrado por presiones a la legisladora desde la mesa directiva.




Fuente: La Jornada