viernes, 27 de abril de 2012

Presiones de altos mandos impidieron eliminar el fuero militar: Rosario Ibarra

Lamenta que tampoco se aprobara la ley para erradicar la desaparición forzada

El Congreso le falló a los familiares de víctimas de la guerra sucia y de la violencia actual

La senadora Rosario Ibarra lamentó que por presiones del alto mando castrense se quedara en la congeladora la reforma que elimina el fuero militar en casos de violaciones de derechos humanos cometidas por elementos de las fuerzas armadas contra civiles, y que tampoco se hayan aprobado las leyes General para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Desaparición Forzada de Personas y la que crea la comisión de la verdad.

No quieren tocar al Ejército ni con el pétalo de una rosa; es lamentable que las dos principales fuerzas políticas en el Congreso no cumplan con su tarea de crear las leyes para proteger a los mexicanos, afirmó la senadora.

El Senado no sólo dejó en la congeladora la reforma que elimina el fuero militar en delitos y violaciones de derechos humanos a civiles, sino también la expedición de ordenamientos encaminados a acabar con la impunidad que desde hace 44 años ha arropado a quienes desde el poder asesinan y desaparecen a luchadores sociales y disidentes políticos, advirtió Rosario Ibarra. Ninguna modificación que tenga que ver con el Ejército logró pasar en el Congreso, aseguró.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos se había inscrito para hablar en el pleno del Senado y denunciar que la legislatura concluyó sin que se aprobara una ley que sancione la desaparición forzada de personas y permita acabar con la impunidad que desde hace 44 años ha arropado a los servidores públicos que cometen ese delito de lesa humanidad, quienes desde el poder asesinan y desaparecen a luchadores sociales y disidentes políticos.

La sesión se prolongó y la senadora Ibarra ya no pudo participar, pero su intervención quedó inscrita en el Diario de debates.

En ese texto, la también presidenta del Comité Eureka recalcó que tanto la legislación para sancionar y erradicar la desaparición forzada como la ley que crea la comisión de la verdad, cuya finallidad es investigar los delitos cometidos durante la llamada guerra sucia de décadas pasadas, ni siquiera se dictaminaron, por lo que no quedarán como pendientes para la próxima legislatura; se desecharán.

Sostuvo que no se debió a la carga de trabajo, ya que ella presentó desde marzo pasado los dos dictámenes, sino que fue responsabilidad de la mayoría parlamentaria que optó por ocultar y solapar las responsabilidades de las partes.

Ibarra destacó que a esta legislatura, que prácticamente concluyó –faltan cuatro meses, pero es periodo de receso–, le correspondió un sexenio en el cual la mayoría de la población ha sufrido violaciones graves de derechos humanos a consecuencia de la llamada guerra contra la delincuencia organizada y el narcotráfico, por lo que, además de los movimientos de quienes desde hace más de 30 años reclamamos justicia, han surgido otros, de familiares de víctimas de la violencia actual.

A ambos, dijo en entrevista, les ha fallado el Congreso. Manifestó que la recién aprobada Ley General de Víctimas es un instrumento sin filo para lograr justicia, ya que su ejecución y cumplimiento está encomendado a las mismas autoridades que violan derechos humanos.

En cuanto al fuero militar, la ley sobre desaparecidos y la comisión de la verdad, consideró que deberían haberse aprobado, ya que son imperativos legales derivados de tratados internacionales signados por México y de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que obliga al Estado mexicano a legislar en la materia.

Autorizan salida de tropas

El pleno del Senado autorizó la participación de elementos de la Armada en las prácticas multinacionales Unitas 2012, que se realizarán en Lima, Perú, del 14 al 25 de mayo, y en Florida, Estados Unidos, del 17 al 28 de septiembre. Así como en ejercicios navales del Comando Fuerza 12, que se llevarán a cabo en la base militar de Toleimada, Colombia, del 6 al 14 de junio.




Fuente: La Jornada