Especialistas coinciden que los jóvenes caen en las redes del crimen por la falta de oportunidades tanto en educación como para trabajar
El crimen organizado engrosa sus filas cada vez más con menores de edad.
Así lo reflejan datos de la Procuraduría General de la República (PGR) que indican que 768 adolescentes fueron presentados ante el Ministerio Público federal en 2006, mientras que para 2011 la cifra se incrementó una vez y media, al reportar mil 857 jóvenes.
Tan sólo en este último año, el 63 por ciento de los menores consignados fue acusado de delitos contra la salud, como posesión, consumo, tráfico, producción y comercialización de drogas.
En tanto, el 21 por ciento infringió la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, y el resto se dividió entre delincuencia organizada, ilícitos patrimoniales y ambientales.
Entre 2006 y 2011 suman 7 mil 738 adolescentes que han sido vinculados con el crimen organizado. De ellos, unas 700 son mujeres, de acuerdo con la PGR.
"Los jóvenes se vuelven más violentos cada día", refirió René Jiménez Ornelas, coordinador de la Unidad de Estudios de Violencia del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
"No crear alternativas, tanto en educación, salud, empleo, les abre la puerta para que se incorporen al crimen organizado y a la delincuencia en general porque los pueden manipular", agregó.
Mónica González, especialista en justicia para adolescentes del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, coincidió con el diagnóstico de que los jóvenes se involucran más en estos ilícitos por la falta de oportunidades.
"(Además) tenemos un sistema económico que asocia la imagen del éxito con el poder de consumir, y (el Gobierno) no da acceso a lograr estos objetivos de una manera apegada a la ley", refirió la investigadora.
El reporte de la Procuraduría expone que la problemática se acentúa en aquellas entidades donde existe una mayor presencia de los cárteles de la droga.
Por ejemplo, en Baja California se reportan 253 adolescentes presentados ante el Ministerio Público; en Guanajuato, 179; en Jalisco, 177; en el DF, 130; en Nuevo León, 107; en Sonora, 105, y en Tamaulipas, 100.
Y para muestra un botón: en febrero, militares detuvieron a los integrantes de una familia que reclutaban a menores para trabajar como informantes y sicarios para el grupo criminal de Los Zetas en el Municipio de Ciénega de Flores, Nuevo León.
Los soldados detuvieron a dos adultos y seis menores, entre ellos uno de 13 años, quien confesó trabajar como sicario y haber participado en una ejecución.
Apenas el 28 de marzo, la Cámara de Diputados aprobó la nueva Ley Federal de Justicia para Adolescentes que prevé la creación de un Sistema Federal para aplicar las penas que correspondan a menores de entre 12 y 18 años.
Fuente: Reforma
