lunes, 25 de junio de 2012

El PRI nunca se fue.- The Guardian



El PRI regresaría al poder de la mano de un candidato que hace seis años no era tan conocido, afirma el diario británico


Mientras los mexicanos presumían una nueva era tras las elecciones del año 2000, el PRI mantuvo muchos bastiones locales, consigna The Guardian para tratar de explicar el posible regreso del partido tricolor a la Presidencia.

"El PRI nunca se fue realmente", señala el diario británico luego de preguntarse cómo fue que el partido tejió su camino de regreso a Los Pinos y si ha cambiado, como su candidato Enrique Peña Nieto dio a entender en su discurso en el Estadio Azteca, cuando dijo que dejarían la vieja política.

"La maquinaria del partido gastó una década reconstruyendo vínculos con los sindicatos, los agricultores y los intereses comerciales, consolidando y recuperando feudos", añade el diario. "En la actualidad dirige la mayoría de los pueblos y ciudades y 20 de los 31 estados".

Agrega que el PRI regresaría al poder de la mano de un candidato que hace seis años no era tan conocido ni si quiera en su partido.

¿Cómo pasó Peña Nieto de casi un desconocido al aparente candidato invencible?, se pregunta el rotativo británico y vincula esa respuesta al hecho de si el PRI realmente ha cambiado.

En seguida señala que los medios locales han minimizado o ignorado las revelaciones sobre sus aventuras extramaritales y otras cuestiones potencialmente dañinas.

A pesar de ello, afirma, las protestas de universitarios y las revelaciones sobre su relación con Televisa han enturbiado la campaña de Peña Nieto, aunque "la compañía de televisión ha insistido en que no hay nada malo".

Agrega que de todos los partidos, pero principalmente del PRI, se ha captado en video la compra de votos mediante la entrega de regalos, desde sombrillas y playeras hasta dinero en efectivo y aparatos electrodomésticos.

"Los críticos temen que los políticos 'dinosaurios', una vez consignados al basurero de la historia, regresarán a Los Pinos, la residencia presidencial, y la convertirán de nuevo en un nido de corrupción y autoritarismo", señala The Guardian




Fuente: Reforma