Quién lo diría: el candidato de El canal de las estrellas se fue a estrellar en su propia estrategia de campaña. Enrique Peña Nieto, como buen producto chatarra, demostró sus efectos dañinos para la salud de la República.
El candidato de las televisoras, creado a imagen y semejanza de un protagonista de telenovela, se despeñó. Por eso, ni la manipulación de las encuestas, ni sus carretadas de dinero, ni sus 42 asesores nacionales y extranjeros podrán detener su inevitable caída.
Desde el inicio de la campaña, Televisa produjo la publicidad de su candidato, como si se tratara de “Nuestra Belleza México 2012”. Creyó la empresa del entretenimiento que podría conducir a los electores mediante sus frívolos libretos, como conduce habitualmente a sus espectadores, en los reality shows. Afortunadamente, lo que no consideró Azcárraga es que en este proceso los espectadores pasarían a ser electores. Que frente a la cultura del entretenimiento que adormece, se estaría construyendo una cultura de la ciudadanía, que despierta y se levanta.
Sin duda, a los estrategas de Televisa les falló su producto milagro. Creyeron que iban a poder manipular a las redes sociales, como si fueran los hilos con los que mueven a su candidato. Nadie en este país imaginaba que la visita de Peña Nieto a la Ibero, fuera la chispa que encendería este gran movimiento transformador #Yo soy 132, que ha sido mucho más que una bocanada de esperanza, en medio del desastre de país que nos han heredado los gobiernos del PRIAN.
Indudablemente que Peña Nieto no contempló el fenómeno de las redes sociales, ni el hartazgo de una generación surgida de la crisis, formada e informada, que se ha convertido en vocera del descontento popular y que parece no estar dispuesta a someterse al poder de las televisoras. Jóvenes organizados en un movimiento que clama y reclama derechos plenos para ellos, que pugna por una auténtica reforma política, que forzosamente pase por la reforma a los medios de comunicación y del sistema educativo.
El candidato de las izquierdas ha señalado que en el nuevo gobierno que encabezará, se llevará a cabo una amplia campaña de alfabetización por todos los rincones de la patria. Que desde el primer día de su gobierno se realizarán visitas domiciliarias casa por casa, para hacer una encuesta, e incorporar a todos los jóvenes a estudiar o a trabajar. Basta de que los jóvenes sirvan de carne de cañón de la absurda guerra emprendida por Felipe Calderón para legitimarse.
Hace seis años, después del fraude electoral perpetrado contra Andrés Manuel López Obrador, con una gran frustración, recordando el 88, mi hija me preguntó si habría que esperar otros 18 años para que volviera a ver otra oportunidad de cambio en nuestro país. A seis años de distancia y a 24 del movimiento encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, puedo contestarle que llegó la hora.
Durante los últimos seis años Andrés Manuel ha recorrido todos los rincones de la patria para organizar el Movimiento de Regeneración Nacional. Es el único de los candidatos que conoce los 2 mil 38 municipios de México y los 418 de usos y costumbres de Oaxaca, muchos de los cuales han sido visitados varias veces.
Este hecho contrasta fuertemente con la publicidad televisiva de Peña Nieto, que sacó al inicio de la campaña. En el spot dice: “Por eso a partir de ahora me vas a ver recorriendo cada uno de los estados de la República…” Difícil dejar de asociar esta campaña con la usada años atrás por Televisa con el slogan de “Hermosa República mexicana, canal 2 te saluda”, donde desfilaban modelos con diversos atuendos en distintos escenarios de la República. Seguramente, Enrique Peña Nieto ni siquiera ha alcanzado a recorrer cada uno de los estudios que tiene en el país el consorcio televisivo para el cual trabaja.
Fuente: El Gráfico
