sábado, 7 de julio de 2012

'Digamos que Peña no ganó a la buena'

Denuncia que hubo financiamiento ilegal, apoyo de televisoras y compra de votos

El ex coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, aseguró ayer que el priista Enrique Peña Nieto ganó las elecciones presidenciales en condiciones de inequidad.

Enumeró irregularidades como la coacción y compra del voto, el apoyo de las televisoras, los gobernadores del tricolor, los sindicatos y fuentes de financiamiento ilegal, además de rebasar los topes de gastos de campaña.

"Digamos que no ganó a la buena", resumió el chiapaneco.

Sin embargo, el ex coordinador de la campaña panista explicó que la ley no prevé como causas de nulidad de la elección ninguna de esas prácticas, por lo que da por hecho el regreso del PRI a Los Pinos.

En ese escenario, adelantó que su partido será una oposición exigente pero constructiva.

Sin temor a que la izquierda acuse al blanquiazul de legitimar a Peña Nieto, anunció que habrá diálogo con el nuevo Gobierno para sacar adelante una agenda de reformas, como ocurrió en 1988 tras la elección fraudulenta de Carlos Salinas de Gortari.

La primera reforma que exigirán los panistas a la futura administración de Peña Nieto, anticipa Gil, serán cambios profundos en materia electoral para revertir las condiciones de inequidad y la nula capacidad de las instituciones para prevenir y sancionar el rebase de tope de los gastos, el flujo de dinero público a las campañas, el uso de encuestas como propaganda y la intervención de los medios como actores políticos.

Limpiar la elección

En un diagnóstico similar al de la Coalición Movimiento Progresista, que postuló a Andrés Manuel López Obrador, Gil Zuarth aseguró que el proceso electoral estuvo viciado de origen, desde meses e incluso años antes de que comenzara la campaña formal.

"Las condiciones de inequidad que se experimentaron en esta elección empalidecen las condiciones de legitimidad en que asumirá el próximo Gobierno, y la forma de legitimarse se va a definir con su disposición a hacer cambios de fondo para corregir de forma definitiva las condiciones de inequidad que siguen prevaleciendo", comentó.

En la última semana de campaña, el PAN denunció al tricolor por manejar un mecanismo paralelo de financiamiento a través del banco Monex.

Solicitó al IFE ordenar que se congelaran las cuentas del PRI por la presunta distribución de más de 700 millones de pesos, mediante 450 mil tarjetas de Monex entregas a operadores priistas.

Ayer, Gil Zuarth dijo que su partido llevará ese caso hasta las últimas consecuencias.

Auguró que la resolución del caso Monex llevará meses, sino es que años como ocurrió con el "Pemexgate" o "Amigos de Fox", pues será revisado por la vía de la fiscalización del financiamiento a los partidos, que prevé plazos muy amplios.

El rebase de gastos de campaña y la existencia de una estructura paralela de financiamiento, admitió, no serían causas suficientes para anular la elección.

"No vamos a cejar en el empeño de que se aplique con rigor la ley y que el caso Monex se castigue; pero también estamos resueltos a convertirlo en un caso de pedagogía social: hoy violas la ley, tienes un financiamiento paralelo, rebasas los topes y en nuestro sistema no pasa nada.

"Tenemos que hacer que pase algo, que haya consecuencias institucionales, y eso no sólo implica seguirlo hasta sus últimas consecuencias en el IFE, con sus facultades de acceso a la información fiscal y bancaria, sino también de ese caso extraer las lecciones para reformar la ley", explicó.

El también senador electo advirtió que su partido va a exigir a Peña Nieto reformar la legislación electoral para corregir las distorsiones detectadas en los comicios del domingo pasado.

Aseguró que el PAN ha acompañado la denuncia del PRD en contra del tricolor por la presunta compra del voto con miles de tarjetas de prepago de las tiendas Soriana, y dijo que éste podrá ser un caso referencial para corregir, a futuro, prácticas que vician los procesos electorales.

Vía del diálogo

Gil Zuarth confirmó que el PAN decidió seguir la vía de las reformas.

Por eso, el miércoles pasado Vázquez Mota emitió un comunicado en el que exige que se apruebe la reforma laboral, incluso antes de que Peña Nieto tome posesión.

Adelantó que buscarán acuerdos con el Gobierno priista, pero advirtió que existen dos incógnitas: cuál es el programa de Peña Nieto y si podrá concretarlo luego de ganar una contienda con el apoyo de poderes que han opuesto a las reformas estructurales.

"No hay nada vergonzoso en dialogar con otras fuerzas para construir una agenda, siempre y cuando no se renuncie a las tesis fundamentales. Por eso la necesidad de que el partido visibilice su agenda y diga por qué reformas va.

"Hay que esperar que el PRI resuelva esas dos incógnitas: qué quiere y si va a poder hacerlo", añadió.




Fuente: Reforma