domingo, 26 de agosto de 2012

Crece repudio a termoeléctrica

Ductos de gas ponen en riesgo a tres estados

Expertos aseguran que la construcción de la termoeléctrica es inviable por su peligrosidad




HUEXCA. Los niños fueron los primeros en notar los camiones de construcción que llegaban a Huexca, Morelos. Luego las familias hicieron reuniones comunitarias con el fin de saber qué era lo que estaba pasando, pero fueron las mujeres de la localidad las que a falta de una respuesta clara de las autoridades, decidieron unirse y convocar a los demás pueblos vecinos a la voz de “si vamos a morir, moriremos peleando”, asegura Mayra “N”, miembro del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala.

Todo inició en enero cuando Huexca, un lugar ubicado a 104 kilómetros del Distrito Federal y cuyo acceso es un camino de terracería rodeado de vegetación y campos de cultivo de maíz y sorgo, recibió la llegada de las primeras labores de construcción de una termoeléctrica y un gasoducto que actualmente es rechazada por los pobladores. 

A partir de entonces iniciaron las reuniones de la comunidad con Comisión Federal de Electricidad (CFE), dependencia encargada de la obra, sin embargo, varios miembros de la Huexca afirman que en ninguna de ellas se respondió la interrogante de los miembros de la localidad sobre riesgos ambientales y consecuencias sociales que traería. 

El pasado 16 mayo, debido al incumplimiento del gobierno local y de la CFE de asistir a una reunión, la comunidad decidió tomar las instalaciones y colocar barricadas para impedir el acceso de la maquinaria que aplanaría el terreno donde se ubicaría la termoeléctrica. 

Dicho predio está ubicado a no más de 300 metros de Huexca, lo cual, de acuerdo con Mayra, “es una distancia menor de lo que marca la ley, de 500 metros mínimo”. 

Antes de que iniciara este proyecto, Mayra era maestra de un taller de lectura en una de las localidades vecinas. Ella se unió al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, debido a la preocupación por el destino que pueda tener su pueblo. 

Ella relata cómo se han desarrollado los hechos a partir del primer encuentro de la dependencia con los habitantes de Huexca. Asegura que “hay temor por parte de los habitantes, pues creen que los trabajadores de la CFE puedan tomar hacerles algo.” 
Se unen contra proyecto

El 8 de junio se organizó un Foro de Solidaridad en Huexca, al cual acudieron 40 pueblos y 30 organizaciones civiles, lo que dio como resultado el nacimiento del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala. 

Algunos residentes de Huexca argumentan que fue en este periodo en el que varios trabajadores de la CFE se dieron a la tarea de visitar los domicilios de miembros del Frente para ofrecerles hospitales, carreteras, escuelas o la obra pública que quisieran, sin embargo, un vecino del lugar afirma “no se trata de que nos den algo, queremos que nos dejen en paz”. 

El 14 y 17 de mayo se realizaron reuniones entre la CFE y la comunidad, pero la información continuó siendo ambigua. El 16 de mayo el pueblo de Huexca instaló barricadas en la entrada de la comunidad y detuvo la obra con el fin de exigir información verídica sobre la termoeléctrica y demandar su inclusión en la toma de decisiones. Los bloqueos fueron retiradas el 1 de julio a petición del ayuntamiento para realizar las elecciones federales. 

Pero esta obra, que forma parte de los proyectos de Ciclo Combinado del área central, no sólo afecta a Huexca. De acuerdo con información recabada del portal oficial de la CFE, el gasoducto pasará por los estados de Tlaxcala, Puebla y Morelos; en su primera etapa recorrerá 160 Kilómetros, afectando 2 mil propiedades de 77 ejidos de 22 comunidades. Abastecerá de gas a la termoeléctrica con un tubo, cuyo diámetro será de 30 pulgadas, enterrado a dos metros de profundidad que transportará 9 mil 61 millones de litros de gas metano al día.

Pasará por debajo de 60 pueblos de los estados mencionados y generara 660 MW. El contrato de este proyecto fue firmado en 2011 y, de acuerdo a la página, entrará en funciones en septiembre de 2013.

“Se van acabar las tierras”

A mediados de julio, habitantes de Tlaxcala, Morelos y Puebla, así como miembros del movimiento #YoSoy132 (que realizó en ese poblado su reunión nacional el 6 de julio), que han dicho apoyar esta causa, e integrantes de varias asociaciones civiles como Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos y de la Red de Derechos Humanos Todos los Derechos Para Todos se reunieron en el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), donde informaron que si llegaran a construir la termoeléctrica “se va a necesitar agua y se va acabar para las tierras; no se va a poder cultivar, no va a nacer la milpa y el producto va a estar contaminado”, afirmó Juan Carlos Flores, miembro del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Tlaxcala, Puebla y Morelos, y con ello el pueblo de aproximadamente mil 200 personas se llenó de carteles de repudio al proyecto. 

La explicación expuesta por Juan Carlos Flores se basa, dice, en el manifiesto de impacto ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente (STGNM-Gasoducto Morelos Clave 21PU2011G0009) y elProyecto Integral 264 CC Centro (Clave 17M2011E0001), en documentos de Licitación Pública del gasoducto y la termoeléctrica y del Instituto de Geofísica de la UNAM. 

En Morelos, recalcan en un documento entregado por el Frente a los gobiernos de los tres estados, el gasoducto recorrerá 23 kilómetros en una zona de alto riesgo. El Comité Científico de Riesgos del Volcán Popocatépetl del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recomendó no construir este gasoducto y especialistas del Centro Universitario para la Prevención de 
Desastres de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (CUPREDER-BUAP) declararon que no es viable construir el gasoducto ni la planta termoeléctrica en la región. 

El gasoducto, del cual 23 kilómetros se ubicarían en una zona de alto riesgo volcánico, transportaría 9 mil 61 millones de litros de gas metano al día. 

En caso de una catástrofe natural, falla técnica o error humano, podría costar la vida no sólo a los habitantes de las 60 poblaciones por donde pasaría, sino de muchas más, porque en caso de erupción del Popocatépetl bloquearía las rutas de evacuación, señalaron expertos. 
Evidencian riesgos

Andrés Barreda Marín, profesor en la facultad de economía en la UNAM y habitante de Morelos, asegura que este proyecto está programado para una oferta eléctrica innecesaria para el estado. 
El también investigador del Centro de Análisis Social Información y Formación Popular AC explica que los gobiernos están interesados en extender la mancha urbana del Valle de México hacia sus estados aledaños, por ello esta planta termoeléctrica estará en Morelos y los gasoductos atravesarán Puebla y Tlaxcala. 
Asegura que el problema principal, aunque también es algo grave, no es la cercanía de la termoeléctrica con el volcán Popocatépetl, “a pesar de que cambiarán las rutas de distribución de los gasoductos hacia áreas de menor riesgo. Aún estaríamos hablando de una búsqueda del gobierno por eliminar las zonas agrícolas y sustituirlas por zonas urbanas”, advierte Barreda Marín, además alerta que las consecuencias de ello son la explosión demográfica que genera hacinamientos y un descenso en la calidad de vida de los habitantes.

“Estos proyectos no tienen ningún sustento ambiental, social, ni de ningún tipo, están completamente desregulados y responden a intereses ajenos a los dueños de la tierra en sus comunidades”. 
Expresa que Morelos con anterioridad era considerado “el granero de México”, ya que cuenta con recursos como agua, tierra fértil, además su población se dedicaba a la agricultura y ganadería. 
Al respecto, Alberto, un habitante de Huexca entrevistado a fuera de su casa y en compañía de su mujer e hijos, afirma que el sustento económico de su familia está en el campo. “Como casi todos en la comunidad vivimos de nuestras cosechas; son sólo una al año y de temporal”. 

Mayra, habitante de Huexca y miembro del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de 
Morelos, Puebla y Tlaxcala, denunció que además no les han dicho con precisión el destino de los desechos tóxicos, producto del trabajo de la termoeléctrica. “Nos dijeron que se iban a llevar en pipas el desperdicio a Monterrey, pero les preguntamos si era posible que se llevarán tantos litros, pero no nos respondieron”. 
Explica que desde el inicio del conflicto la comunidad no ha sido la misma “los niños ya no salen, los adultos tampoco, nos da miedo que quieran tomar acciones contra nosotros o que nos quieran hacer algo como en Atenco, aunque nosotros somos gente de trabajo y de paz”, asegura. Pero “defenderemos nuestro derecho a preservar nuestra comunidad”. 

Latente, conflicto en la comunidad

En una nota publicada el 1 de junio por EL UNIVERSAL se informó que, pese a las diversas reuniones con los pobladores de Huexca, aún existían problemas para la liberación del derecho de vía. 

De acuerdo con el proyecto ejecutivo, es una obra que costará alrededor de mil 600 millones de dólares. 
El director de Operación de la CFE, Luis Carlos Hernández Ayala, admitió que parte del trazo del proyecto que cruzará Tlaxcala, Puebla y Morelos, depende del avance de las indemnizaciones a los dueños de las más de 2 mil propiedades que resultarán afectadas. 

El funcionario afirmó que no tenía un estimado de lo que se pagarían a algunos de los propietarios de terrenos por donde atravesarán 160 kilómetros de gasoducto, aunque las cantidades son distintas de acuerdo a la ubicación de cada predio. 

Dijo que empresarios de Morelos respaldan el proyecto, porque permitirá elevar la producción y propiciará la instalación de factorías que crearán empleos.

Fuente: El Universal