sábado, 4 de agosto de 2012

Hunden acusaciones a generales presos: PGR

El juez de la causa rechazó la solicitud de los defensores de hacer comparecer a los narcotraficantes Édgar Valdez Villarreal, La Barbie y José Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio, por lo que su declaración no formará parte de las pruebas que valore el juzgador.

En la presunta sociedad entre mandos militares hoy acusados de colaborar con el cártel de los Beltrán Leyva, supuestamente estaba pactado entregar información al Ejército para facilitar la caída del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán y sus operadores, según declaraciones del testigo protegido Jennifer, que obran en el expediente, en el que se refiere la existencia de llamadas telefónicas y encuentros privados entre narcotraficantes y algunos de los generales inculpados.

Según la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/112/ 2010, a la que tuvo acceso EL UNIVERSAL, el general de División retirado Tomás Ángeles Dauahare, presuntamente recibía pagos mensuales de 500 mil dólares para brindar protección a los Beltrán Leyva y por darles información de inteligencia militar.

Estas acusaciones, son las que buscan revertir los defensores del ex subsecretario de la Defensa Nacional, Ángeles Dauahare, del general en retiro Roberto Dawe; el general Ricardo Escorcia Vargas y el teniente coronel retirado Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto, a quienes el lunes se les definirá su situación jurídica, en un caso en el que también están inculpados el general de Brigada, Rubén Pérez Ramírez y el mayor Iván Reyna Muñoz.

Los abogados han entregado pruebas de descargo para desvirtuar estas declaraciones de Jennifer (Roberto López Nájera, ex operador de los Beltrán Leyva), que aseguran “son de oídas”, no se sustentan con pruebas, no le constan los hechos, y en las tres declaraciones que emitió fue variando y añadiendo información, por lo que consideran que son inducidas.

En el expediente, Jennifer aseguró que el narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, para quien trabajaba directamente, entregaba 500 mil dólares mensuales al mayor Reyna a quien el capo “le indicó que era la persona encargada de la relación que sostenía con el general Dauahare, quien en ese momento era subsecretario de la Defensa Nacional y uno de los generales que cooperaba con el cártel de los Beltrán Leyva”.

Afirmó que a finales de enero de 2008, en una reunión con líderes del cártel de Los Zetas y los Beltrán Leyva, en la ciudad de Taxco, Guerrero, cuando caminaban él y La Barbie por el campo de golf enfrente del Hotel Monte Taxco, el capo pidió llamar al mayor Reyna para que “lo comunicara con el general Dauahare”.

Jennifer aseguró que Valdez Villarreal “le dijo vía radio al general Dauahare que ya tenía información de la ubicación de Joaquín El Chapo Guzmán, y que se la haría llegar por medio del mayor Reyna”.

El testimonio obra en el pliego de consignación que la PGR turnó al juez junto con los detenidos.

Jennifer también afirmó que en noviembre de 2007 en una casa de seguridad ubicada en Bosques de Cacao, en Bosques de las Lomas, Distrito Federal, el mayor Reyna le entregó a La Barbie un sobre que le envió Dauahare, y “cuando sacó los documentos se encontraba un mapa de la República Mexicana en donde se encontraban marcados varios puntos y una lista de diversos números telefónicos y por voz de Iván Reyna escuché que le dijo a La Barbie que era los números que utilizaba El Chapo Guzmán”.

Detalló: “Recuerdo que los puntos marcados en el mapa era la localización de las antenas donde se ubicaban los teléfonos cada vez que se realizaba una llamada de los números entregados; había fotografías de algunos colaboradores de El Chapo; así como algunos domicilios que la Sedena tenía identificados de miembros de la organización de los Beltrán Leyva”.

A principios de febrero, Valdez Villarreal le dijo a Jennifer que Dauahare había pedido su retiro del Ejército “porque posiblemente descubrieron que había tenido con él una plática días antes y por ello le pidieron la renuncia”.

Pero en un interrogatorio del 21 de mayo de 2012 el testigo protegido dijo que nunca conoció personalmente a Dauahare, y tampoco sabía si se reunió con La Barbie.

El mismo testigo aseguró que le consta que el general Escorcia Vargas, entonces encargado de la zona militar en Cuernavaca, Morelos, se reunió a mediados de 2007 en más de dos ocasiones personalmente con el líder del cártel, Arturo Beltrán Leyva, en una casa de seguridad en el fraccionamiento Zumiya.

Sostuvo que el teniente coronel Silvio Hernández, desde septiembre de 2006, colaboraba para la organización y recibía 20 mil dólares mensuales, pues según el testigo, el militar le presentó a otros elementos del Ejército; mientras que al general Dawe le pagó 30 mil dólares por contactarlo con el general Rubén Pérez Ramírez, asignado a la guarnición de Cancún, para facilitar el arribo de aeronaves con droga.

Niegan ampliar declaraciones

El juez de la causa en contra de los mandos militares acusados por sus presuntos nexos con el narcotráfico, rechazó la solicitud de los defensores de hacer comparecer a los narcotraficantes Édgar Valdez Villarreal, La Barbie y José Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio, por lo que su declaración no formará parte de las pruebas que valore el juzgador.

Autoridades del Poder Judicial indicaron que el titular del Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Procesos Penales federales, Raúl Valerio Ramírez, emitió ayer diversos acuerdos para desahogar diligencias antes de que defina la situación jurídica de los acusados, en un plazo que se vence la noche del próximo lunes.

Se indicó que tampoco se ampliará la declaración de los ex operadores del cártel de los Beltrán Leyva, Sergio Villarreal con clave de testigo protegido Mateo, y Roberto López Nájera identificado como Jennifer, ante la imposibilidad técnica de que en el plazo que existe puedan comparecer a través de videoconferencia.





Fuente: El Universal