martes, 14 de agosto de 2012

La Marina alza el vuelo, al fabricar naves aéreas no tripuladas para operativos

Tienen autonomía de 80 minutos y cámaras que envían información en tiempo real

Puede entrar en acción de día o de noche

Antón Lizardo, Ver. La aeronave toma impulso; no necesita más de 25 metros para tomar vuelo y dirigirse a su misión de reconocimiento, que puede ser desde la ubicación de inundaciones o de un desastre natural hasta participar como los ojos desde el aire en un operativo contra el crimen organizado.

Se trata del primer Vehículo aéreo no tripulado (Vant) construido por científicos de la Armada de México que pasó su prueba de fuego el primero de junio pasado, cuando demostró su potencial ante el presidente de la República, Felipe Calderón, y el alto mando naval en el Día de la Marina.

La directriz era construir un Vant con un alcance de seis kilómetros, con un peso máximo de 10 kilogramos, autonomía de vuelo de 80 minutos; sensores, cámara de video diurna o nocturna.

El objetivo se cumplió con creces: “Puede volar a una altura mayor, transmite el video en tiempo real a un usuario actualizado en un Ipod, en un teléfono inteligente y la misma información que ve el operador de la estación terrena la puede ver un usuario autorizado. Si el secretario de Marina quiere ver el video al momento mismo de un operativo, se le puede enviar”, señala orgulloso el oficial que encabeza la demostración.

Se construyeron seis aparatos, que se integran en tres sistemas; cada uno se compone de dos aviones:

Un avión de mayor envergadura, 2.55 metros, al que se denomina Vant, que tiene una autonomía de 80 minutos, y un Minivant, cuya autonomía es de media hora.

Ambos cuentan con cámaras diurnas, con zoom de 36x para observar algún detalle que se quiera investigar, montaje intercambiable de cámaras, piloto automático para hacer el recorrido totalmente autónomo, luces de navegación y caja transportadora.

El Vant cuenta con tren de aterrizaje, montaje intercambiable de cámara diurna, de cámara infrarroja. En cambio, el Minivant se lanza a mano, no tiene tren de aterrizaje, es de características más tácticas y pude llevar una cámara diurna o nocturna para obtener imágenes de alta resolución.

El sistema incluye una estación terrena que cuenta con una computadora portátil, un radiotransmisor para que el piloto lo despegue y lo aterrice.

Las dos naves, cámaras de fotografía y video, antenas, computadora, antenas y transmisores son transportados en una caja portadora que cabe en una camioneta pick up.

Además, los Vant cuentan con un localizador de emergencia que transmite una señal de baja frecuencia para localizarlos en caso de extravío o percance.

Mientras la nave se pierde a la distancia, en la computadora portátil se reciben las imágenes y video; además, en la pantalla se observa la ruta a seguir.

“Este es un proyecto institucional; la Marina tiene diez años invirtiendo en la formación de los cuadros técnicos, se mandó a estudiar en instituciones nacionales y extranjeras a personal en materia de electrónica, de control, en aerodinámica, para diseñar un piloto automático que monitorea presión, temperatura, humedad, condiciones de viento y velocidad. El aparato vuela en condiciones de clima similares a las que vuelan las naves tripuladas”, explican los oficiales.

Minutos después, la nave recibe la orden de regresar a la base. Los ojos expertos de los oficiales ubican el Vant en el cielo, pero alguien que no está familiarizado no se dará cuenta de su presencia hasta que aterrice, porque además el aparato es silencioso.

La nave había sido controlada con su piloto automático, pero el aterrizaje lo controla el piloto, quien retoma el control de la nave y la aterriza en un espacio de 25 metros sobre una alfombra de pasto.

Los tres sistemas Vant son idénticos. Todos los componentes son iguales, para que sean remplazables en un caso dado. ¿Por qué dos aviones? Porque en cada despegue, en cada vuelo, el avión tiene el alto riesgo de sufrir algún desperfecto, o que al aterrizaje el piloto no tenga la pericia o la habilidad necesaria para salvar el avión. Por eso se tiene el remplazo.




Fuente: La Jornada