miércoles, 22 de agosto de 2012

Romero Deschamps desea pedir adelanto por trabajar antes de asumir como senador

El legislador electo priísta considera de bostezo las actividades de la plenaria tricolor

Chihuahua, Chih. A diferencia de la gran mayoría de los 52 senadores electos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el controvertido dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, se mostró molesto y hasta displicente durante los trabajos de la primera reunión plenaria de su grupo parlamentario, que se llevó a cabo en esta ciudad, los pasados dos días.

El lunes por la noche, durante una cena ofrecida por el gobernador César Duarte a toda la bancada, a la que asistieron los reporteros que cubren la plenaria, Romero Deschamps dijo que fueron de bostezo las dos reuniones que sostuvieron los legisladores con el ex canciller Bernardo Sepúlveda y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

Las exposiciones de ambas personalidades fueron aplaudidas y comentadas por los demás senadores, pero a Romero Deschamps le parecieron aburridas. El dirigente petrolero, que ha estado en la polémica siempre, pero sobre todo en los días recientes, cuando una de sus hijas subió a las redes sociales fotos de los gastos millonarios en viajes al extranjero y en tiendas de Paris, hasta se quejó por participar en la plenaria.

La cena se llevó a cabo en la Quinta Gameros, sitio tradicional en Chihuahua, que data de la época de la Revolución. El coordinador Emilio Gamboa Patrón y algunos de los senadores más cercamos a él se sentaron en la mesa principal, junto con el gobernador César Duarte. Los demás legisladores fueron intercalados en otros sitios con los reporteros.

A Romero Deschamps en un principio le tocó departir con dos reporteros de radio y con el también senador electo David Penchyna. Fue ahí donde dijo que las exposiciones de Sepúlveda y de Carstens fueron de bostezo y comentó también que habría que pedir un adelanto al coordinador Emilio Gamboa, porque los hicieron trabajar antes de que comiencen a cobrar la dieta.

Era evidente que se sentía molesto, por lo que al poco rato lo cambiaron a la mesa central, con Gamboa.

El secretario general del sindicato petrolero desde hace dos décadas, que ha sido ya diputado y también senador, fue de los pocos legisladores electos que llegó de traje a la cena. La mayoría lo hizo con guayabera blanca. Romero Deschamps traía además un ostentoso reloj Rolex de platino y una gruesa cadena de oro.

Algunos legisladores comentaron en broma que ese reloj es más costoso que el Porsche de su compañero, el senador José Ascención Orihuela, que tantas críticas le ha acarreado.




Fuente: La Jornada