domingo, 7 de octubre de 2012

Ejecutan en Puebla a 2 Agentes de Pemex

Acusan a mando de dejar indefenso a personal de la paraestatal

A dos semanas de la ejecución de dos jefes operativos de la refinería de Petróleos Mexicanos de Salamanca, Guanajuato, otros dos empleados de la paraestatal fueron asesinados en Puebla.

Se trata de Fernando González Cervantes, agente de Seguridad Física de Pemex, quien fue localizado muerto a bordo de una camioneta X-Trail, en un camino a San Rafael Tenanyecac, en San Martín Temexlucan.
De acuerdo con fuentes de la Gerencia de Seguridad Física de Pemex (GSFP), el agente fue asesinado el pasado 1 de octubre y su caso está integrado en la averiguación previa número 215/2012/.

El mismo día, pero en San Baltazar Temaxcalan, también en Texmelucan fue hallado el cadáver de Carlos López Reyes, identificado como elemento de Protección Civil de Petróleos Mexicanos, de acuerdo a la indagatoria 124/2012 de la Agencia Especializada en Homicidios.

Personal de la GSFP, encargados del resguardo de sus instalaciones, incluidos sus ductos, ya habían advertido una escalada de ataques en su contra ante la constante clausura de tomas clandestinas.

Aseguraron que el crimen organizado arreció sus amenazas contra los agentes luego de que los elementos de seguridad de la paraestatal y las fuerzas militares han sellado al menos 200 tomas clandestinas en los últimos dos meses.

De enero a agosto, la empresa reporta la clausura de 824 tomas clandestinas, de las cuales 694 se han reportado en poliductos y 130 en oleoductos, que están a cargo de Pemex Refinación.

Con el apoyo de las Fuerzas Armadas, la paraestatal ha puesto a disposición del Ministerio Público a 111 sujetos por el delito de robo de hidrocarburo; de los cuales 105 han sido consignados.

No obstante, el crimen organizado ha ordeñado, de enero a junio pasado, un millón 841 mil 478 barriles de hidrocarburo, 18 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado, que fue de un millón 557 mil 569 barriles.

“No paran de abrir los ductos, no para el robo de combustible, como parte de la GSFP nos corresponde detectar las tomas clandestinas y clausurarlas, pero no es suficiente el trabajo porque no tenemos apoyo de la gerencia, no tenemos armas potentes ni los vehículos adecuados para nuestro trabajo.

“Sellamos una parte del ducto y abren otro, no es posible contener el robo ante la poca cobertura que tenemos para la red que tiene toda la empresa”, indicó un elemento de la GSFP a Reforma.

Añadió que varios de sus compañeros han reprochado al titular de la GSFP, el general retirado, Salvador Leonardo Bejarano, la decisión de reducir el poder de fuego de sus agentes para combatir a los gasotraficantes.

“Dio de baja los fusiles AR-15 y las subametralladoras Uzi para darnos escopetas. Desde que se tomó esa decisión hay una ventaja de los criminales en nuestra contra. Dependemos de otras fuerzas de seguridad, estamos indefensos ante el crimen y el General Bejarano no actúa en consecuencia, estamos sin armas, sin vehículos, sin viáticos y sin apoyo institucional”, denunció otro elemento de la GSFP.

Aunque existe un convenio para que personal de Pemex sea resguardado mientras clausuran tomas clandestinas, los agentes lamentan que como no cuentan con los vehículos adecuados, las tropas no los acompañan a esos operativos.

No obstante, el Ejército cobra por el servicio, aseguran.




Fuente: Reforma