jueves, 22 de noviembre de 2012

Di Costanzo quiere brincar del gobierno legítimo al de Peña


Mario Di Costanzo, el exsecretario de la Hacienda Pública del “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López Obrador, quiere "dar el brinco" al gobierno constitucional de Enrique Peña Nieto.

Quien fuera uno de los asesores financieros más cercanos al tabasqueño, y diputado de la ‘pejebancada’ en la anterior Legislatura, confesó a ADNPolítico.com que se siente traicionado por el exjefe de Gobierno del Distrito Federal y manifestó su deseo por ser llamado a ocupar algún cargo en el próximo Gobierno Federal priista.

“Me gustaría poder incidir, poder dar mi opinión para las políticas que se sigan. Puedo aportar, estoy seguro que puedo hacerlo con cifras, con mis estudios.

“Me gustaría, sí (trabajar en el gobierno de Peña Nieto). Yo no rechazaría esa oportunidad, si lo que se trata es de sumar y de aportar al país”, señaló Di Costanzo en entrevista.

En 2006, López Obrador perdió los comicios presidenciales ante Felipe Calderón, y tras acusar que hubo "fraude electoral" se proclamó “presidente legítimo”.

Como parte de la misma estrategia, AMLO nombró un "gabinete legítimo", que incluyó a Di Costanzo como su secretario en temas financieros.

El político tabasqueño se fijó en él por su formación como economista del ITAM y su labor como secretario técnico de la Comisión Legislativa para Investigar el Rescate Bancario (Fobaproa) en México en el año 2000, cuando Di Costanzo acusó al PRI de ser uno de los responsables del desastre.

Por su trayectoria, López Obrador confió a Di Costanzo la tarea de hacer marcaje personal a Agustín Carstens, nombrado como secretario de Hacienda y Crédito Público por Felipe Calderón, y de elaborar las propuestas de ley del “gobierno legítimo” en materia fiscal.

Ésa fue su labor durante tres años, hasta que en 2009 dio la lucha por la causa lopezobradorista desde la Cámara de Diputados, donde integró la bancada del PT junto a otros leales al tabasqueño como Gerardo Fernández Noroña y Jaime Cárdenas.

Pero ahora las cosas han cambiado, y el exdiputado quiere ser parte del equipo del enemigo político de su exjefe, a quien acusa de haberlo traicionado por –entre otras cosas– no convocarlo a su propuesta de gabinete cuando era candidato presidencial de la izquierda.

“Desde mi punto de vista, no es ninguna traición (trabajar con Peña Nieto). Finalmente, lo que yo he propuesto desde que soy diputado no tiene color de partido. La justicia tributaria no es bandera de la izquierda ni de la derecha ni de nadie, son cuestiones elementales. Traicionaría mis principios si cambiara mi visión de las cosas sólo por complacer a alguna persona, pero mis aportaciones siempre serán objetivas… aunque algunos querrán verme como traidor.

“Yo creo que el traicionado fui yo. Hay tres exsecretarios del ‘gobierno legítimo’ en Morena y, por ejemplo, extrañé no oír algunos nombres como Laura Itzel Castillo (secretaria de Vivienda en el gabinete alterno de López Obrador), quien fue leal y fiel en la lucha.

“Es absurdo que esta izquierda, en general la izquierda, no cuide a sus cuadros”, lamentó.

Di Costanzo afirmó no temer a los lopezobradoristas por su anuncio, pues -aunque algunos les moleste- su trayectoria habla por él.

Aunque hay versiones extraoficiales que indican lo contrario, él dice que aún no tiene acercamientos con el equipo de transición de Peña Nieto.

No obstante, Di Costanzo ya sabe qué área del Gobierno Federal le interesa: un espacio en la Secretaría de Hacienda, que tiene entre sus candidatos a dirigirla a la mano derecha del presidente electo, Luis Videgaray, su compañero en San Lázaro de 2009 a 2012.

“Yo creo que puedo aportar en la parte de ingresos, de gasto, de rendición de cuentas, presupuesto. Yo estuve hace tiempo en la Secretaría de Hacienda, y hay áreas de política de ingresos, políticas presupuestarias... ésas son las áreas donde tengo experiencia y puedo colaborar.

“De mi parte, siempre hubo un nivel profesional de discusión con ellos (los priistas en la Cámara de Diputados), y ellos así lo entienden de mi parte, que tengo experiencia y que puedo aportar en esas tareas.

“Si yo tengo una reunión, una propuesta, no está uno para poner sus condiciones. Más bien está uno para buscar y proponer la experiencia de uno”, comentó.

Sus propuestas, afirmó, serían las mismas que defendió desde la ‘pejebancada’: reforma fiscal sin aumento de IVA, gasto burocrático menor y con eficiencia, y reformar el Impuesto Sobre la Renta (ISR).

“A lo mejor uno podría hacerme más caso que el otro; yo me sentiría cómodo trabajando con López Obrador o Peña Nieto, porque les diría exactamente lo mismo y mis planteamientos son los mismos”, indicó.

“¿No tendría problema en que su jefe ahora fuera Enrique Peña Nieto?”, se le preguntó a Di Costanzo.

“No, yo no tendría ningún problema”, afirmó el excolaborador de López Obrador.




Fuente: ADN Político