martes, 20 de noviembre de 2012

Festejo oficial y traición laboral

Los líderes oficiales festejan la Revolución de 1910 y la Constitución de 1917, con la traición que significa la reforma laboral que aceptaron, al inclinarse por el PRI. Traicionan su propia historia y a los trabajadores que dicen representar, al entregar los derechos obreros a los patrones.

En adelante dejarán de ser representantes de trabajadores para serlo de patrones con membretes y simulación sindical. La CTM, de los años 50 a 80, logró los mejores contratos colectivos de su historia y, pese a su creciente debilidad, se opuso a las reformas laborales de 1989 a 2011. Hoy, la CTM no es ni la sombra de lo que fue; está postrada a los patrones, como el PRI. En los pasados 30 años han venido entregando prestaciones de los contratos colectivos y ahora entregan la ley laboral.

Antes eran ambidiestros: servían al patrón y al trabajador; ahora no. Se pasan con los sindicatos blancos a servir exclusivamente al patrón

Con la reforma laboral la realidad se impondrá de dos a tres años, pero de inmediato viviremos la pesadilla de los despidos y los salarios caídos de un año, pese a la grotesca publicidad que afirma que crecerá el empleo, como igual lo prometió Calderón, y seis años después es mayor el precarizado y el desempleo. Viviremos la peor pesadilla de la era neoliberal, con medios de comunicación cada vez más enajenantes y envilecidos.

La escuela política del PRI parece la única del siglo XXI que siguen los partidos y sindicatos. Dejan de lado la que ofrece la historia y sus mejores momentos con luchas ejemplares, incluidas las sindicales.

Por la ANAD: Enrique Larios, Jesús Campos L., Estela Ríos, Ernestina Godoy, Lauro Sol, María L. Campos, Edith Ramírez, Manuel Fuentes, Medardo Bañuelos, Edur Velasco, Nahír Velasco, O. Alzaga y 32 firmas más




Fuente: La Jornada