viernes, 29 de noviembre de 2013

En Apaxtla de Castrejón, autodefensas decretan toque de queda

APAXTLA DE CASTREJÓN, Gro.- La criminal indolencia gubernamental provocó que en este municipio los ciudadanos tomaran las armas para confrontar directamente a la delincuencia.

Desde el 3 de noviembre, en este este lugar emblemático en la geografía del narco en la entidad, la entrada y salida de los pobladores es resguardada por ciudadanos que portan escopetas y pistolas.

Durante un recorrido de Apro por la zona se pudo constatar que a diferencia de lo que ha venido declarando el gobernador Ángel Aguirre Rivero, la sociedad organizada desplazó a las autoridades y asumió el control de la seguridad.

Al respecto, el alcalde perredista de Apaxtla de Castrejón, Efrain Peña Damasio dijo que no se trata de un movimiento armado, sino la muestra del hartazgo ciudadano ante la omisión del gobierno federal y estatal frente a la impunidad con la que opera la delincuencia en esta zona.

Desde el 15 de noviembre, autoridades locales decretaron un toque de queda en la cabecera municipal ante la incesante ola de violencia e impunidad que tiene colapsada la zona norte de la entidad.

También se anunció la prohibición de la venta de alcohol y se advirtió que a las personas que no respeten el toque de queda se les impondrán multas de 400 pesos y arrestos de 36 horas.

La medida restrictiva comienza partir de las 22:30 horas y culmina a las 04:30 horas, y se aplicará por tiempo indefinido, refiere un documento oficial firmado por el alcalde Peña Damasio.

El toque de queda en Apaxtla de Castrejón, lugar colapsado por la disputa entre bandas delincuenciales por el control de esta emblemática plaza en la geografía del narco en la entidad, plantea ocho reglas específicas.

El documento indica que las sirenas de las patrullas de la policía municipal y la ambulancia, así como la radio municipal darán la alerta del inicio del toque de queda.

A partir de ese momento, se destaca que nadie podrá circular por la vía pública “sin causa justificada”.

Las personas que por cualquier emergencia tengan que salir de sus viviendas durante el toque de queda, deberán informar vía telefónica a la comandancia de la policía municipal, refiere la cuarta regla.

El quinto punto señala que a partir de las 18:00 horas “queda estrictamente prohibido” vender bebidas embriagantes en el poblado, hasta que se restablezca la paz y seguridad en el lugar.

Sólo las farmacias y el dispensario médico municipal funcionarán las 24 horas del día, señala el documento oficial.

Las personas que no respeten el toque de queda serán consignadas ante la dirección de Seguridad Pública municipal donde se impondrán multas por desacato o infracciones por 400 pesos y arrestos de 36 horas.

En caso de reincidencia, los infractores serán trasladados al penal ubicado en el vecino municipio de Teloloapan, señala la disposición municipal que entró en vigor el viernes 15.

Al respecto, el edil perredista dijo a Apro que esta medida fue acordada con la población para revertir los efectos de la narcoviolencia ya que los constantes pedidos de auxilio a las autoridades estatales y federales no han encontrado respuesta.

Por ello, la ciudadanía, así como autoridades locales han tenido que buscar sus propios mecanismos de protección, indicó.

Hace dos semanas, se conformó en este municipio un “consejo ciudadano de vigilancia” respaldado por autoridades municipales ante la criminal indolencia gubernamental frente a la ola delincuencial que tiene asfixiada a la población de la zona norte de la entidad.

La medida fue criticada por el gobierno estatal, a través del vocero José Villanueva Manzanarez, quien anunció que podrían integrar procedimientos administrativos en contra de ediles que respalden la conformación de grupos de autodefensa.

Ahora, las autoridades municipales de Apaxtla responden con la implementación del toque de queda como estrategia para disminuir la incidencia delictiva en este lugar disputado por dos grupos delincuenciales que mantienen una brutal batalla por este corredor de drogas que conecta la zona de la Sierra de Guerrero con la región sur del estado de México.




Fuente: Proceso| EZEQUIEL FLORES CONTRERAS