‘Nuevos medidores de la CFE elevarán el consumo hasta 300%’
Tal es el caso de colonia Ampliación Felipe Ángeles, fundada hace 25 años, ubicada al norponiente de la ciudad, donde habitantes conducen hasta sus viviendas el fluido eléctrico con alambre corriente, desde un poste a unos dos kilómetros de distancia.
Son parte de las 15 mil fincas que hace tres años se calculaba tenían una toma ilegal del servicio eléctrico por toda la ciudad, cuyos propietarios o posesionarios son conocidos como los “colgados” de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La información reciente sobre número de “colgados” y el impacto económico que produce el robo de energía, así como el uso y consumo que generan los medidores digitales y planes de inversión, sólo la conoce el nuevo superindentente de la CFE Jesús Guerrero Lozoya, pero reiteradamente se ha negado a hacerla pública a NORTE.
La paraestatal inició hace dos meses el cambio de medidor análogo a digital, de 378 mil 226 usuarios que cuenta con una cuenta doméstica de la CFE, de procedencia francesa, que con una mayor capacidad de registro de consumo, con lo cual se elevará el costo hasta en un 300 por ciento.
Hasta hace tres años, el anterior superindendente Austreberto Guerrero contabilizó un total de 15 mil tomas ilegales del suministro de energía eléctrica, conforme a datos periodísticos.
“Existen colonias en las que se introdujo el servicio de la energía con la promesa de que las familias regularizarían la posesión de propiedad, pero han permanecido en la ilegalidad todos estos años”, expresó Guerrero en su momento.
Durante su gestión, el ex administrador de la empresa paraestatal realizó un censo de los usuarios que se encontraban en estas condiciones de irregularidad en la ciudad.
“Estamos esperando un programa de construcción de vivienda con adobe del Gobierno del Estado, esperamos que con esto ya tendremos luz”, dijo María Guadalupe Pérez Saucedo, con domicilio en el lote 7, de la calle Arroyo del Muerto, de la Ampliación Felipe Ángeles.
Pérez Saucedo, con tres hijos, procedente de Tlahualilo, Durango, señaló que la mayoría de las casas ubicadas sobre esa vía, están conectadas a postes que se ubican sobre la calle Arroyo Diamante, a dos kilómetros de distancia.
Ramón Reyes López, con residencia en la misa colonia, pero en la calle Mimbre, en el lote 24, indicó que su vivienda quedó a medio terminar desde hace cuatro meses.
“Los del Gobierno del Estado pararon la construcción pero no sabemos por qué, cuando terminen esperamos que nos pongan la luz”, indicó.
Expresó que tampoco cuentan con el servicio del Departamento de Limpia y del agua apenas hace un año, pero a través de mangueras porque no tienen tubería en el interior de sus viviendas.
Reyes López, originario de Torreón, Coahuila, con cuatro hijos, indicó que tiene cuatro meses en espera de que la Comisión Estatal de Vivienda (Coesvi) le dé una respuesta.
“Tenemos la promesa de que nos meterán la luz, pero hasta ahora no tenemos nada seguro, pero además no tenemos el dinero para pagar el servicio”, enfatizó.
Rosa López León, líder de la colonia, con domicilio en la calle Arroyo del Muerto, dijo que actualmente está en proceso de construcción 28 fincas, pero no se tiene una fecha determinada para finalizar.
Señaló que la colonia inició con 200 familias que se asentaron hace 25 años sobre esa zona, pero ahora se calcula que son alrededor de 400.
“Desde ese tiempo estamos olvidados, no sólo con la luz, sino con otras cosas, por ejemplo aquí hay mucha hambre, hay niños que almuerzan sólo dos o tres cucharadas de azúcar, antes de irse a la escuela”, enfatizó.
Fuente: Luis Villagrana | NorteDigital
