domingo, 13 de julio de 2014

El Mundial termina con una fuerte represión cerca del estadio Maracaná

Varios periodistas relataron la agresión de policías contra comunicadores

Mientras rodaba la bola de la final del Mundial en el Maracaná, la policía brasileña reprimía una protesta en la plaza Saens Peña, Zona Norte de Río de Janeiro, en las cercanías del estadio, donde cercó a 300 manifestantes. Por lo menos cinco personas fueron presas y siete quedaron heridos, entre ellos un corresponsal peruano y un fotógrafo del portal Terra.

«Es triste ver a la policía reprimiendo a comunicadores, que son observadores, nada más. Usan la violencia como primera herramienta», dijo al portal Terra, el fotógrafo peruano Boris Mercado, que estaba trabajando en la cobertura del Mundial. El fotógrafo de Terra Brasil, Mauro Pimentel, también informó que fue agredido por la policía, y que por lo menos otros diez periodistas fueron golpeados mientras trabajaban.

Los manifestantes protestaban contra el Mundial y contra la prisión preventiva de 19 activistas realizada el sábado. «Hey! Policía, libertad ya. Luchar no es crimen», gritaban los manifestantes en referencia a los presos del sábado.

Según el diario O Estado de São Paulo, la policía agredió decenas de personas con porras y patadas. La policía bloqueó todas las entradas a la plaza para evitar que el grupo llegue al Maracaná. Los policías provocaron tumulto al lanzar bombas lacrimógenas contra los manifestantes.

El sábado, víspera de la final, la policía detuvo en sus casas a 19 activistas, acusados de tener conexiones con manifestaciones marcadas para este domingo. La acción preventiva fue duramente criticada por organizaciones internacionales de derechos humanos.

Los grupos Amnistía Internacional (AI), Justicia Global, y la Orden de los Abogados de Brasil (OAB), cuestionaron las prisiones por considerarlas una intimidación a las manifestaciones pacíficas y la libertad de expresión. Junto con los 19 activistas, que fueron presos por orden judicial, la policía detuvo a otras 16 personas que estaban con los sospechosos, para averiguaciones.

Según Amnistía, las prisiones de manifestantes son «preocupantes por parecer repetir un modelo de intimidación que ya había sido identificado por la organización antes del inicio del Mundial». La organización pidió a las autoridades de Río de Janeiro que garanticen el derecho de reunión y manifestación pacífica y paren de «intimidar a los manifestantes». «Nadie debe ser detenido o preso apenas por participar de una manifestación y ejercer ese derecho», declaró la entidad, que clasificó la acción como un «riesgo para la democracia».

Policía brasileña dispersa a manifestantes en Río de Janeiro

Río de Janeiro. La policía dispersó este domingo con gases lacrimógenos y bombas de estruendo a unas 300 personas que protestaban contra la Copa del Mundo que querían acercarse al estadio Maracaná minutos antes del inicio de la final del Mundial 2014.

Los manifestantes corrían en pequeños grupos en todos los sentidos para escapar de los gases lacrimógenos. Al menos un joven vestido de negro fue arrestado y golpeado por policías, constató un periodista de la Afp.

La policía montada fue desplegada para enfrentar a los manifestantes, rodeados por cientos de agentes de las fuerzas de seguridad en una plaza del barrio popular de Tijuca, a un kilómetro del Maracaná donde Argentina se enfrenta a Alemania por la final de la Copa del Mundo.

Muchos manifestantes partieron y unos 100 permanecieron en la plaza, batiendo palmas y entonando canciones contra la policía.

Centenares de policías habían bloqueado poco antes la marcha de los manifestantes al estadio, lanzando gas pimienta contra algunos que querían traspasar la barrera.

Los manifestantes llevaban pancartas que leían "Liberen a los presos" y "Protesta no es crimen", en referencia a los 19 activistas arrestados el sábado y acusados de vandalismo en otras protestas en Rio de Janeiro.

Otras decían "Fuck FIFA", o "Llámame Neymar y cuida mi salud". Los manifestantes piden más inversiones en salud, educación y transporte, en vez de en estadios.

"Estamos contra la Copa por la forma en que ha sido realizada. Se ha tornado un instrumento para centralizar la riqueza, de desigualdad social y también de represión del Estado", dijo a la AFP el manifestante Mauricio Mileo, del movimiento social Colectivo Marxista.

"Es tan grande el aparato policial que cualquier acción es casi imposible. Nos sumamos a las organizaciones sociales para pedir que liberen a los que fueron presos y respeten el habeas corpus", dijo.

Un total de 26 mil policías y soldados garantizan este domingo la seguridad en Rio de Janeiro, en el mayor dispositivo en la historia de Brasil.

Además de arrestar el sábado a 19 activistas, la policía busca a otros nueve manifestantes a los que considera "prófugos".

Según la policía, los manifestantes pretendían realizar acciones violentas el sábado o este domingo.

Sobre los detenidos pesa un mandato de prisión preventiva de cinco días y pueden enfrentar una pena de hasta tres años de cárcel por el cargo de pertenencia a grupo armado.

Una histórica ola de manifestaciones sacudió Brasil durante la Copa Confederaciones-2013, contra el coste del Mundial a los contribuyentes brasileños, estimado en unos 11 mil millones de dólares, y el deficiente estado de los servicios públicos.

Desde que comenzó la competición, no obstante, el número y la intensidad de las manifestaciones fue muy reducido.

Fuente: abc| VERÓNICA GOYZUETA| La Jornada | Afp