domingo, 21 de diciembre de 2014

Demanda colectiva exige que Bancomer pague a trabajadores millones en utilidades

Desde hace siete años, Martín Agustín Ocampo, ex trabajador de BBVA Bancomer, se ha dedicado a la búsqueda del cumplimiento de sus derechos laborales, “estas son algunas de mis pruebas: BBVA Bancomer publicó en 2006 que pagó 5 mil 600 millones y 955 millones de utilidades a sus empleados. No fue así”, dice. 

La demanda que interpuso Martín es por el cobro de las utilidades de los años que laboró en la institución bancaria, que entre 2005 y 2006 tuvo como resultado neto ganancias 33 mil millones de pesos, de los cuales, en su informe de resultados informó que pagó a sus trabajadores más de 6 mil millones de pesos por monto de utilidades, cuestión que no ocurrió por lo menos, durante los cuatro años en los que Ocampo trabajó ahí como Delegado Financiero. Si la demanda favorece a Martín, BBVA Bancomer se verá obligado a pagar a los trabajadores más de 3 mil millones de pesos. 

La Junta de Conciliación y Arbitraje, después de siete años, emitió un laudo en el que condena a Bancomer y lo obliga a pagar a Ocampo, la cantidad correspondiente del reparto de utilidades de 2004, pero lo exime de pagar 2005 y 2006, aunque las utilidades más altas corresponden a ese periodo de tiempo. “La Junta ha tardado en litigar este asunto. Se supone que la justicia debe ser expedita, pero esto te habla de mucha burocracia, ¿siete años?”, indicó Ocampo.

LA DEMANDA COLECTIVA

El paso siguiente en la demanda es sumar adeptos en lo que se busca hacer una demanda colectiva, “muchos pueden demandar sus utilidades, pero no tienen las pruebas que yo he recolectado, por lo que les dirán que no procede (…) ya se logró obtener un laudo positivo, pero no significa que los trabajadores ya puedan cobrar. La única forma es hacer una acción colectiva”. A las pruebas que Martín encontró se suma un informe emitido por el propio banco, en el que además de incluir cifras de utilidades netas y monto pagado a trabajadores, se añade un reconocimiento a los trabajadores, “gracias a ellos crecimos”, se puede leer. Actualmente hay 100 trabajadores que se han sumado a esta acción. Ocampo explicó que es importante porque si el dinero no se exige en determinado tiempo se da por perdido. Sin embargo, la demanda ha mantenido los activos de esos tres años. 

Además busca que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atraiga los amparos derivados de este asunto, lo que significaría una garantía de imparcialidad en el tema. Lo que empezó con una simple reclamación por un pago, se convirtió en una lucha personal que busca evidenciar el despojo de BBVA Bancomer. Martín camina con una carpeta pesada en la que lleva copias de todos los documentos que, en sus palabras, tienen contra la pared al banco, “es una empresa de mucho dinero, tienen poder económico y político, pero lucho con la verdad. ¿Por qué nos siguen tratando como retrasados mentales? Lo que más me duele es que la mayoría de la gente que trabaja ahí, que incluso fueron mis compañeros, son mexicanos vendidos, que están colaborando con intereses extranjeros para prebendas personales en contra de los derechos fundamentales de los trabajadores (…) este caso es un parte aguas, los bancos no están acostumbrados a pagar utilidades y menos los bancos extranjeros, eso es lo que hace la mayoría de los bancos”, añadió. 

A raíz de la demanda, BBVA Bancomer se protegió con un procedimiento fiscal que lo exime de pagar utilidades

EL SIGUIENTE PASO DE BBVA BANCOMER

Durante la búsqueda de sumar a más trabajadores a la demanda colectiva, Martín ha convivido con trabajadores que aún están dentro de BBVA. Menciona que, a partir de la contratación por outsourcing, está cambiando la forma de jubilación. 

Según testimonios de trabajadores, el sistema actual de jubilación es un programa privado de la empresa que permitía pensionar a empleados con más de 25 años de servicio y que adicionalmente daba la oportunidad de tener como segunda jubilación la del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). 

El cambio propone que la jubilación sea sólo la del Seguro Social (IMSS), tras la firma de un documento en el que los trabajadores se desisten del anterior convenio, “Bancomer está deslindándose de la mayoría de los beneficios que daba  trabajar en una institución como esa, las obligaciones también se adquieren. Si compraron un banco muy barato qué bueno que vengan a invertir. 

Lo malo es que esa inversión se la llevan toda y no le están dando a los trabajadores lo que está pactado”, finalizó.

Fuente. Sin Embargo| Por Daniela Barragán