miércoles, 17 de diciembre de 2014

Guerrero: pobladores de Ayutla marchan para exigir salida de militares

Habitantes del municipio de Ayutla, Guerrero, apoyados por policías comunitarios, maestros de la CETEG, padres de desaparecidos y alumnos de Ayotzinapa, marcharon hasta el punto conocido como El Ranchito para intentar retirar un campamento militar. Foto Javier Verdín

Acapulco, Gro. Cientos de pobladores del municipio de Ayutla de los libres, integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) y policías comunitarias de diversas organizaciones y comunidades indígenas de la región de Costa Chica, apoyados por normalistas de Ayotzinapa y abogados del Centro de Defensa de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, marcharon -desarmados y de forma pacífica- unos tres kilómetros sobre la carretera estatal Ayutla-Cruz Grande, para exigir la salida del Ejército Mexicano de la zona.

Los manifestantes caminaron hasta donde se encuentra el cuartel militar improvisado en Ayutla, señalaron que la presencia del Ejército favorece la comisión de delitos, la presencia de delincuentes, y como consecuencia, eleva la tensión de habitantes del área con el sobrevuelo constante de tres helicópteros de la Secretaría de Marina y la Policía Federal.

Al grito de “¡Queremos escuelas, queremos trabajo, queremos hospitales, no queremos militares!”, la caminata inició en la cabecera municipal poco después de las 13 horas, después de una asamblea efectuada en la unidad deportiva de Ayutla, en la que líderes comunitarios de más de 50 localidades indígenas, de las 108 que existen en Ayutla -además de pobladores de Tecoanapa- firmaron un documento para ser entregado a autoridades castrenses de la 27 zona militar.

El pliego fue firmado por representantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, así como por el Consejo Consultivo de Organizaciones Civiles.

Grupos de autodefensa exigen salida del Ejército en municipio guerrerense

AYUTLA DE LOS LIBRES, Gro.- Integrantes de grupos de autodefensa antagónicos que operan en las regiones de Costa Chica y la Montaña se unieron para exigir la salida del Ejército de este municipio, argumentando que los militares llegaron “para reinstalar a la delincuencia”.

Al lugar arribaron normalistas de Ayotzinapa para reforzar la acción de los guardias comunitarios de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado se Guerrero (UPOEG), y la facción de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) que opera en la comunidad de El Paraíso.

Los manifestantes dieron un plazo de 40 minutos al Ejército para que se retire de este municipio de la Costa Chica‎, de lo contrario, advirtieron que lo desalojarían pacíficamente.

Al respecto, Andrés Salado Suárez, dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), ‎afirmó que los militares llegaron a Ayutla para reinstalar a la delincuencia organizada, que fue expulsada por los grupos de autodefensa desde hace dos años.

Explicó que el año pasado se instaló una partida militar en el cuartel de la policía municipal de Ayutla‎ y se han dedicado a hostigar a la población, “mientras que a los delincuentes les permiten operar nuevamente de forma impune”.

“En este municipio (Ayutla) opera el sistema de seguridad y justicia ciudadana de la UPOEG y la policía comunitaria de la CRAC, y ya aprendimos a cuidarnos solos, por eso les decimos al gobierno que estamos en contra del Ejército y las policías federal y estatal”, dijo Salado Juárez.

Entrevistado en este lugar, el dirigente social explicó que entregarán un documento para solicitar al Ejército que desalojen el cuartel para que sea ocupado por los grupos de autodefensa.

En este momento, cientos de personas encabezadas por autoridades comunitarias de 80 poblados de Ayutla marchan sobre la carretera interestatal Ayutla – Cruz Grande ‎rumbo al cuartel de la policía municipal, donde se encuentran soldados y policías federales y estatales armados.

La protesta movilizó a soldados y policías federales que reforzaron los retenes en esta carretera que conecta la región Centro con la Costa Chica de la entidad.

Fuente: La Jornada| Por Héctor Briseño, corresponsal| Proceso| EZEQUIEL FLORES CONTRERAS