miércoles, 24 de diciembre de 2014

Líder indígena, opositor de hidroeléctrica, da discurso en DF y en Nayarit lo “levantan”

Julián López es uno de los miembros de las comunidades indígenas más críticos con el proyecto de la hidroeléctrica. Foto: Cencos

Julián López Cánare, miembro del Consejo Indígena Náyeri fue retenido por seis horas el pasado lunes por la noche a días de haber participado en una conferencia en la Ciudad de México donde denunció el proyecto hidroeléctrico de Las Cruces en el río de San Pedro. 

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó la construcción del proyecto en Nayarit el pasado 19 de septiembre. “Dicho permiso es ilegal porque viola legislación nacional e internacional en materia ambiental y de derechos humanos”, aseguró en representación de los pueblos indígenas afectados, la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA). Julián López es uno de los miembros de las comunidades indígenas más críticos con el proyecto.  

Visitaba la cabecera municipal de Ruiz, Nayarit, para un evento familiar cuando fue interceptado por cuatro individuos a bordo de una camioneta tipo pick up de modelo reciente. Lo subieron por la fuerza a la cabina del vehículo y lo retuvieron ilegalmente por un lapso aproximado de seis horas. De acuerdo con su testimonio, le robaron su agenda, un directorio y el efectivo que traía. Los hombres le advirtieron que sabían quién es, qué hace y sus “movimientos”. 

El defensor relató que estaba cenando en un lugar sobre la avenida México, cruzando las vías del tren cuando vio pasar una camioneta blanca, abrieron la puerta y dos hombres salieron y lo subieron a la camioneta, mientras que dos personas más que estaban adentro le vendaron los ojos y arrancó el vehículo. Después de un tramo de viaje, le quitaron las vendas y se encontraba en una orilla del río San Pedro. 

“Me esculcaron y me quitaron todo lo que traía, entre las cosas se encontraba mi directorio, una agenda con $2,700 pesos en el interior y las llaves”, dijo. También dijo que los sujetos estaban armados con pistolas. No las sacaron, pero sí hicieron que las viera. 

“Uno de ellos se quedó conmigo custodiándome, los otros se alejaron y allá hablaban por radio mientras revisaban la agenda y el directorio. El sujeto que me cuidaba sólo me dijo que si intentaba huir me daría un balazo”. La última advertencia que le dijeron fue: “sabemos quién eres, sabemos dónde sabes andar, sabemos tus movimientos, lo que haces, estamos enterados de todo, así que tú sabrás…”. Juan Díaz aseguró que sólo le regresaron las llaves. 

La agenda, el directorio y el dinero se lo llevaron. La semana pasada, Julián junto con Ubaldo Valdez, del Consejo Regional Wixárika por la defensa de Wirikuta y Odilón de Jesús López, también del Consejo Indígena Náyeri denunciaron que el gobierno federal pretende imponer un megaproyecto que los afectará sin una consulta previa y sin importar las afectaciones a los miembros de ambas comunidades originarias con la construcción de la presa Las Cruces en el río San Pedro, Nayarit. Además acusaron que sus derechos se han violado sistemáticamente con este proyecto, pues nunca fueron consultados e incluso ya que los trabajos comenzaron fue cuando comenzaron a visitarlos para venderles el proyecto y decirles los presuntos beneficios que les dará. 

“El impacto social no se ha tenido en cuenta. Se hicieron estudios de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), como si el ser humano no tuviera importancia en este megaproyecto. Sólo lo ambiental. Nos ignoran, nos marginan en la construcción de la hidroeléctrica, pero hacen como si nos estuvieran consultando”, dijo en esa ocasión Julián López. Julián explicó que no sólo están afectando a sus creencias y cultura sino también al tejido social: “Se están comenzando a dividir las comunidades y familias por este ofrecimiento del megaproyecto. Unos estamos en oposición, otros están siendo convencidos para que lo acepten. Se empiezan a dividir las comunidades por esta labor de convencimiento”. 

Por su parte, Ubaldo Valdez, del Consejo Regional Wixárika por la defensa de Wirikuta, aseguró que los pueblos originarios están dispuestos a luchar por defender la vida. “Nosotros como pueblos originarios tenemos un concepto diferente al de la Madre Tierra, para nosotros los ríos son las venas de nuestra madre tierra, los animales son nuestros hermanos y eso venimos a defender, venimos a defender la vida”, dijo. Explicó que además de los Náyeri, los Wixárika también tienen centros ceremoniales en la rivera del río de San Pedro que tampoco han sido consultados. “Venimos a manifestar que el pueblo Wixárika y el pueblo Náyeri estamos unidos para defender nuestros lugares sagrados”, afirmó.

Fuente:: Sin Embargo| Por Laura Cordero