sábado, 30 de mayo de 2015

"Hacemos un gasto choncho y ellos ganan el pasaje", la queja


En menos de dos años, Juan Carlos ya tiene una flotilla de seis vehículos que dan servicio con Uber. (Foto: JUAN CARLOS REYES / EL UNIVERSAL ) 

Mientras un taxista invierte más de 100 mil pesos en la regulación de su unidad, un socio de la empresa Uber gasta sólo 6 mil pesos; es decir, 94% menos. EL UNIVERSAL entrevistó a dos conductores, uno de un taxi regular y otro de Uber, para identificar las diferencias de inversión que realiza cada uno de ellos. 

No somos taxis 

En menos de dos años, Juan Carlos inició una flotilla en el servicio de Uber. Recuerda que en 2014 inició como chofer de un conductor contratado, pero en tres meses tuvo la posibilidad de comprarse un vehículo y se inscribió como socio. 

“Primero me compré uno y me inscribí a Uber, con unos ahorros que tenía saqué otro a pagos, a la fecha tengo seis autos, uno lo trabajo yo y los demás están alquilados”, comenta. 

Todos los días, Juan Carlos se levanta alrededor de las 5:30 horas, se arregla, toma su desayuno y en punto de las 6:00 de la mañana comienza con sus actividades. 

“En cuanto salgo de mi casa me conecto a la aplicación a esperar que me caiga el primer servicio, que tarda de 10 a 15 minutos, es el que me dirige hacia dónde trabajar, si es una buena zona me quedo ahí y si no, me muevo a donde sé que es un buen lugar”. 

Comenta que por la mañana, las zonas donde hay más actividad para esta aplicación son el Pedregal, Santa Fe, las Lomas, Interlomas y todo alrededor de la ciudad, porque la mayoría se desliza para acudir a su trabajo. 

Señala que es muy poca la inversión que tienen que hacer, salvo la compra del vehículo, “son seis mil pesos del seguro de cobertura amplia, la gasolina, las aguas, pero no te piden más; te piden mucha documentación y te hacen exámenes para ver si tienes los conocimientos de la ciudad y si eres capaz de dar servicios”. 

Que sean derechos 

En contraste, Manuel Córdova, conductor de un taxi regular, comenta a EL UNIVERSAL que ellos hacen un gasto mayor a los de Uber, por lo que considera que está en una competencia desleal. “Sé que el sol sale para todos, pero no se vale que nosotros hacemos una gasto choncho y trámites interminables y éstos nos ganen el pasaje”, afirma. 

De acuerdo con un estimado que Manuel comenta, para ser un taxista regulado invirtió alrededor de 100 mil pesos. “Pues le invertí mucho dinero, del que me dieron cuando me liquidaron de una empresa, siempre hay una pelea constante por abordar a un cliente, pero ahora ya ni siquiera les puedes ganar, porque con sus celulares, ni salen de sus casas, hasta que llega el conductor”, denuncia. 

El chofer de taxi agrega que se tiene que invertir en placas, en una revista anual al vehículo, en la licencia tarjetón, en el seguro y en la cromática del vehículo.




Fuente: Eduardo Hernández| El Universal