jueves, 28 de enero de 2016

Será energía nuclear “la consentida” de CFE| ¿Qué es la Red Compartida Mayorista?

El área corporativa de la Comisión Federal de Electricidad mantendrá el control de solo una de sus plantas, la de Laguna Verde que trabaja con reactores nucleares, dijo hoy su director general Enrique Ochoa Reza.

El plan de reestructura de la Comisión contempla cuatro subsidiarias de generación cada una de las cuales controlará y tendrá bajo su dirección distintas plantas de distintas tecnologías que le responderán a los respectivos directores generales, pero en el caso de la nuclear esto no será así.

La generación nuclear se mantendrá bajo el control directo de la dirección, aunque la electricidad que genere estará dentro de la contabilidad de alguna de las cuatro subsidiarias.

En el EnergyExpo 2016, Ochoa Reza precisó el calendario para esta división.

“Tenemos hasta tres meses para la creación legal de cada una de las empresas subsidiarias y filiales, tenemos hasta seis meses para que participen como tal en el mercado eléctrico y tenemos hasta un año para la distribución de activos y puesta en operación de cada una de las subsidiarias y filiales”, declaró.

¿Qué es la Red Compartida Mayorista?

Más de 40 empresas de telecomunicaciones como Alestra, Cisco Systems, Ericsson, Huawei, Motorola, Nokia y Telefónica levantaron la mano para participar en la licitación de la Red Compartida Mayorista, la cual promete ampliar y mejorar los servicios de telecomunicaciones en todo el país, así como disminuir los precios de dichos servicios en beneficio de los consumidores.

El gobierno federal prevé recaudar alrededor de 7 mil millones de dólares en este proyecto que será operado por el estado, pero construido y financiado por la iniciativa privada, pero ¿cómo funcionará esta red y qué beneficios traerá a los consumidores?

Actualmente cada operador móvil (Telcel, Iusacell, Movistar, etcétera) tienen su propia red, lo que implica que cada una invierta dinero y por lo mismo la cobertura no llega a todo el país. La idea ahora es hacer una red compartida que sea usada por todos y que permita bajar los costos.

La Red Compartida no venderá sus servicios directamente a los usuarios; es decir los usuarios de celular o de internet no le pagarán directamente al gobierno por este servicio, sino que la red comercializará capacidad, infraestructura y servicios de telecomunicaciones a concesionarios y comercializadoras.

Las empresas participantes se involucrarán en el diseño de la red, la construcción y comercialización de sus servicios, así como en el financiamiento -de acuerdo con la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión en la Red Compartida se podrá tener hasta 100 por ciento de inversión extranjera directa-; sin embargo la operación estará en manos del gobierno federal.

Esto significa que el Estado aportará el espectro radioeléctrico y las empresas que ganen la licitación pondrán dinero de su bolsa para montar la infraestructura necesaria para su diseño, construcción y operación, además de que prestarán los servicios.

¿En qué beneficia a los usuarios?

Esta red permitirá llevar internet y redes móviles (señal de celular) a más lugares, muchos de ellos remotos en los que actualmente no hay servicios de telecomunicaciones. La meta es lograr una cobertura del 98 por ciento de la población, incluyendo zonas rurales.

La red abre la posibilidad de nuevos usos de la banda ancha. Permitirá conectar máquinas con máquinas, estaciones meteorológicas, hospitales con ambulancias e investigación. 

Se busca que la capacidad de la red esté disponible para todos los operadores, incluyendo los virtuales, con el objetivo de incrementar la competencia en los servicios que se ofrecerán a los consumidores finales y por lo tanto que los precios disminuyan.

Para poder concretar este el gobierno primero tuvo que echar mano de la red de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la banda de espectro de 700 megahertz (MHz) por la que se transmitían las señales analógicas de televisión abierta, razón por la que se realizó el apagón analógico.

De las frecuencias que se liberaron, una parte (90 Mhz) serán utilizadas para desplegar comunicaciones móviles de última generación a todo el país y se prevé que entre en operación antes de que concluya 2018.

De acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes las tres principales ventajas de esta red son:

Optimiza el uso del espectro asignado (banda 700 MHz).
Reduce costos e incrementa la cobertura en regiones que carecen de servicios.
No inhibe las inversiones de operadores, ni genera ventajas o desventajas para alguno.




Fuente: El Financiero|Sergio Meana| Milenio| MIRIAM CASTRO