viernes, 13 de mayo de 2016

La corrupción y un peso débil son una amenaza para México, revela encuesta a empresarios

Los directivos encuestados mencionaron que la corrupción es uno de los principales inhibidores de crecimiento económico en el país, lo que la convierte también en una de las grandes preocupaciones.
Por su parte, los CEO de México siguen apostando que el crecimiento vendrá de Estados Unidos. Foto: Cuartoscuro

La volatilidad en el tipo de cambio, mayor carga de impuestos, la respuesta del Gobierno al déficit fiscal y la corrupción, son las principales amenazas económicas que observan los directivos de empresas en México para este 2016.

Los resultados de la Séptima Encuesta de CEO’s en México, que elabora Price Waterhouse Coopers (PwC), destacó que el 86 por ciento de los 121 directivos entrevistados del país consideran que los movimientos en el tipo de cambio son el mayor riesgo económico para 2016, mientras que la mayor carga de impuestos es un problema previsto por 82 por ciento de los ejecutivos, el 79 por ciento de ellos mostraron una preocupación per las acciones del Gobierno ante el déficit.

El ejercicio reveló que a nivel global los CEO tienen menos confianza en el crecimiento de la economía, al pasar de 37 por ciento de respuestas de “mejorará” a sólo el 27 por ciento con respecto al año anterior.

México, que el año pasado destacó como una de las naciones más optimistas en esta categoría, también disminuyó su ánimo al pasar de 44 por ciento de respuestas afirmativas en 2014 a 37 por ciento en 2015.

En la semana, el peso mexicano volvió a presionarse al grado de superar los 18.0 por dólar. La razón, coincidieron analistas, es que cambió el sentimiento a negativo sobre la fragilidad de la economía mundial, donde los riesgos de bajo crecimiento por varios años o incluso de crisis siguen presentes y sin resolverse. Esta incertidumbre, ha provocado que el sentimiento del inversionista cambie constantemente y de manera abrupta.

No sólo el peso registró una fuerte depreciación frente al dólar, también lo hicieron la mayoría de las monedas de países emergentes, ya que los inversionistas compran dólares en busca de un menor riesgo.

Los directivos encuestados mencionaron que la corrupción es uno de los principales inhibidores de crecimiento económico en el país, lo que la convierte también en una de las grandes preocupaciones.

A principios de mes, tanto la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) solicitaron a las comisiones del Senado completar las layes reglamentarias del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), cuyo plazo de un año vence el próximo 27 de mayo.

Las cámaras empresariales destacaron que la corrupción y la impunidad son los flagelos que han obstaculizado el crecimiento de México.

Diversos informes coinciden en que la “corrupción endémica” es el principal reto que enfrenta México, al ser la detonante de la violencia de los cárteles de las drogas, de la impunidad en los crímenes, y de la poca confianza de los ciudadanos hacia el Gobierno.

De acuerdo con el Índice de Percepción de 2015 de Transparencia Internacional, México se ubica en el lugar 95 de 165 de los más corruptos. El costo de este problema, según estimaciones del Banco de México y el Banco Mundial, equivale al 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) calcula a su vez 347 mil millones de pesos se consumen cada año por esta práctica.

La investigación, “México: Anatomía de la Corrupción”, elaborada por la investigadora María Amparo Casar con el apoyo del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), destacó que otras implicaciones económicas que conlleva la corrupción son las pérdidas del 5 por ciento en las ventas anuales en México, así como de 480 mil empleos al año.

Otras de las preocupaciones de los directivos son la inestabilidad social, incertidumbre geopolítica, aumentasen las tasas de interés, desempleo, acceso a capital y la crisis de la deuda de la Eurozona.

Las principales tendencias globales que podrían afectar las expectativas de las empresa mexicanas en los siguientes cinco años son: los avances tecnológicos como el principal movimiento en los mercados, los cambios en el poder económico mundial, los cambios demográficos y la escasez de recursos y el cambio climático.

En esta edición de la encuesta, México regresó al top 10 como una de las economías propulsoras del crecimiento, convirtiéndolo así en el segundo país de Latinoamérica en la mira de los CEO globales, después de Brasil.

Por su parte, los CEO de México siguen apostando que el crecimiento vendrá de Estados Unidos.

La encuesta PwC se aplicó entre octubre y diciembre de 2015 a más de mil 400 CEO a nivel global y a 121 a nivel local.

Fuente: Sin Embargo| La Redacción