jueves, 14 de diciembre de 2017

Protestas en Argentina contra proyecto de ley sobre jubilaciones

Buenos Aires. Diputados de Argentina buscarán convertir en ley el jueves una controversial reforma del sistema de jubilaciones que ha generado múltiples protestas y la amenaza de una huelga general por parte de la mayor central sindical del país.

El proyecto, que ya cuenta con el visto bueno del Senado, forma parte de un paquete de reformas clave que el presidente liberal Mauricio Macri envió al Congreso y que será discutido en el marco de las sesiones extraordinarias de fin de año a las que convocó el Gobierno esta semana.
Los críticos señalan que la reforma previsional -que busca aliviar el grave déficit fiscal del país- implicará un recorte de los incrementos que reciben actualmente las jubilaciones y pensiones, mientras que el oficialismo argumenta que de todos modos esos ajustes estarán por encima de la inflación.
"Pretenden aprobar una norma bochornosa", dijo el diputado opositor Facundo Moyano al canal de televisión C5N el jueves.
Sindicatos y partidos de izquierda realizaban protestas frente al Parlamento en la capital argentina, mientras que la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) -la principal central gremial de Argentina- anunció que harán una huelga el viernes si la norma es aprobada.
"Esta fórmula garantiza la sustentabilidad del sistema y garantiza que los jubilados no van a perder contra la inflación", dijo a periodistas el diputado oficialista Luciano Laspina, que consideró que su bloque conseguirá el apoyo suficiente para aprobar el proyecto el jueves.
El Gobierno, que está fortalecido tras una amplia victoria en las elecciones legislativas de octubre, está negociando con parte de la oposición para conseguir el respaldo también para otras reformas sobre los sistemas tributario y laboral.
El oficialismo dice que su plan de reformas es indispensable para atraer inversiones extranjeras que impulsen a la economía. Tras asumir en 2015 tras una década de gobiernos populistas, Macri ha realizado un fuerte giro en las políticas, pero los inversores piden más cambios que reduzcan los costos.
 Fuente: La Jornada